El PP despejó las dudas que existían en torno a la presencia de su presidente, junto con Vox, en la manifestación convocada para el 13 de junio en Madrid contra los indultos a los líderes del 'procès'. Pablo Casado acudirá finalmente a la llamada de ... la plataforma Unión 78 en la plaza de Colón donde coincidirá con Santiago Abascal por primera vez desde la moción de censura de octubre en la que rompió con él.
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Un encuentro incómodo para los populares, que incluye riesgos para el pretendido «cambio de ciclo» del que llevan hablando desde que el PSOE se estrellase en las urnas el pasado 4 de mayo. «Desde su presidente hasta el último afiliado, apoyarán este acto», confirmó el secretario general, Teodoro García Egea, tras la reunión del comité de dirección del partido.
Casado estuvo dudando hasta este lunes si asistir o no a la concentración pero en su entorno creen que no tiene otra salida para evitar que sea la formación ultraderechista la que capitalice el malestar fuera de Cataluña por la decisión del Ejecutivo. Aunque los conservadores recelan de repetir la foto de Colón, no quieren ceder terreno a Vox y, por ello, asistirán a todas las protestas que se convoquen para oponerse a los indultos, con independencia de «a quién le guste o quién se sume», enfatizó García Egea.
Al líder del PP le acompañará una delegación de la dirección nacional, encabezada por la portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra, y el portavoz del partido y alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida. La presidenta de la comunidad, Isabel Díaz Ayuso, también asistirá.
En la dirección consideran que el precio de los indultos es mucho más alto para Pedro Sánchez y el PSOE que el que tenga que pagar el PP por una nueva imagen de Casado con Abascal en esa misma plaza. Insisten en que el jefe del Ejecutivo ha tenido que ceder al «chantaje» y echar mano de esta medida de gracia por su frágil mayoría parlamentaria, sostenida gracias a los independentistas vascos y catalanes. «Es un pago político. Si tuviera mayoría absoluta –aseveró García Egea– no tendríamos indultos».
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En el PP consideran que la situación política actual no es comparable a la de hace dos años. Tras la foto que unió a los líderes de los tres partidos de la oposición en febrero de 2019 –y que ha sido utilizada como arma arrojadiza desde entonces por la izquierda–, el PP se hundió en las generales de abril a 66 escaños, superando a Ciudadanos por tan solo nueve diputados. Vox fue el mayor beneficiario de la cita en Colón al conseguir entrar en el Congreso con 24 parlamentarios.
Aunque manifestarse en la calle no estaba dentro de sus planes iniciales, como apuntó García Egea el jueves pasado al apostar por una «revolución silenciosa», el partido conservador ha tenido que volver sobre sus pasos para no quedar descolgado de Vox, que ya ha avanzado que acudirá «en masa» a la concentración. «A nosotros nunca nos ha importado la foto», reconoció Jorge Buxadé, vicepresidente de Acción Política.
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En todo caso, los conservadores evitarán la foto conjunta ocupando espacios diferenciados dentro de la céntrica plaza, según explican fuentes de la dirección. Ciudadanos, que también confirmó ayer la presencia de Inés Arrimadas en la protesta, tampoco quiere fotos conjuntas. El PP insiste en que el foco ese día «no está en los políticos sino en la sociedad civil».
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