Cristian Reino
Barcelona
Miércoles, 15 de diciembre 2021, 13:09
La cuestión lingüística ha crispado este miércoles el ambiente político en el Parlamento catalán. Ciudadanos, PP y Vox han elevado el tono y han llevado la situación de la familia de Canet de Mar (Barcelona), que ha pedido más clases en castellano para su hijo, ... a la sesión de control al Govern en la Cámara catalana. El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, suele emplear un tono sereno en sus intervenciones, pero esta mañana se le ha visto más acalorado que de costumbre. Especialmente ante las interpelaciones del PP y Ciudadanos, a los que ha pedido que dejen en «paz» a la escuela catalana.
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La temperatura del debate se ha disparado cuando el portavoz de Cs, Carlos Carrizosa, ha comparado Canet de Mar con Ermua, «salvando las distancias». «Canet es una especie de Ermua», ha dicho, porque «sirve para concienciar a los catalanes de lo que están haciendo con la sociedad catalana». «Deje atrás el nacionalismo identitario», le ha instado el dirigente naranja al president, porque a su juicio «la libertad, España, lo español, y el castellano saldrá y brotará por las rendijas de Cataluña» y «eludirá el control de sus espías en los colegios, de sus matones en las universidades, de los comisarios políticos que vigilan comercios, dispensarios o hemiciclos parlamentarios».
Aragonès le ha replicado que hacer una analogía entre la localidad catalana y la población vasca, es un «insulto a las víctimas del terrorismo». «Usted hoy se ha equivocado», según ha afirmado el president, al comparar el caso de Canet de Mar con el asesinato de Miguel Ángel Blanco. «Lo que acaba de hacer, señor Carrizosa, no debería estar permitido», le ha espetado.
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Más tarde, el dirigente de Cs, Nacho Martín Blanco, ha explicado que Carrizosa lo que quería hacer con la comparación es señalar lo que supuso Ermua como punto de inflexión en que por primera vez la sociedad vasca salió de manera masiva a protestar contra el terrorismo, abandonó el silencio y ya no tuvo miedo ante los «atropellos» del nacionalismo. «La gente callaba por miedo. Ese es el paralelismo que puede establecerse entre lo que ocurrió en Ermua y en Canet», ha aclarado Martín Blanco.
Alejandro Fernández, del PP, también ha cargado contra el Govern a cuenta del caso del niño de Canet. «Estremece la falta de humanidad con la que el Govern se refiere a un niño, ese relativismo moral es el verdadero riesgo para la democracia en Cataluña», ha asegurado. Fernández ha reprochado a los independentistas que posen sonriendo junto a un «asesino condenado como Carles Sastre» (Terra Lliure) y al mismo «señalen y estigmaticen a un niño». «Un relativismo moral les ha robado el alma, un objetivo político superior, en su caso la independencia de Cataluña, les lleva a justificar cualquier cosa», ha rematado.
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Aragonès ha explotado y ha instado a los populares a dejar de hacer mala política. «Usan un mensaje repugnante (el que llamaba a apedrear la casa del niño de Canet) para intentar vestir un discurso mediático para ganar cuatro votos a costa de romper la cohesión social», ha señalado Aragonès. «Aquí no les vota nadie. Basta ya de intentar ganar votos en España, rompiendo la cohesión en Cataluña», ha rematado.
El presidente de la Generalitat ha llamado a la unidad de las fuerzas que apoyan la inmersión lingüística (PSC, ERC, Junts, CUP y Comunes) y ha reclamado la apuesta por «la cohesión y la convivencia» para preservar el modelo lingüístico catalán y evidenciar que, «lo que divide Cataluña no es la lengua, sino las desigualdades». «Las intromisiones judiciales de las últimas semanas en el ámbito escolar nos ponen un nuevo reto por delante, pero partimos de unos activos muy relevantes: la cohesión y el consenso que ha habido en el ámbito político, social y pedagógico, sobre el modelo lingüístico en la escuela catalana. Debemos preservarlo», ha destacado.
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Con este objetivo, Aragonès ha explicado que mañana ha convocado una cumbre por el catalán en el Palau de la Generalitat con entidades del ámbito educativo, pedagógico y lingüístico, para «trabajar conjuntamente con el Govern» . Una reunión en la que ha explicado que habrá propuestas para reforzar el campo legislativo y la promoción del catalán, tanto dentro como fuera de las aulas.
El dirigente republicano se ha conjurado a poner la cuestión de la defensa del catalán en el eje de su mandato. «El marco normativo a causa de decisiones judiciales que entran en criterios pedagógicos de forma incomprensible ha cambiado y también deben cambiar las decisiones que tenemos que tomar el Govern y en el Parlament. Lo tenemos que hacer entre todos. Lo tenemos que hacer conjuntamente todos los que hemos defendido el modelo lingüístico en la escuela catalana», ha asegurado.
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