Ciudadanos sigue sin desvelar las cartas que jugará en la votación final de los Presupuestos de 2021. Los liberales, que aún no han confirmado si darán o no su apoyo al proyecto, aspiraban a principios de octubre a ser una de las fuerzas más influyentes ... en las negociaciones. Un anhelo que se ha ido desinflando conforme PNV, Bildu y ERC hacían valer sus pretensiones y se decantaban por dar su 'sí' a las cuentas. El portavoz parlamentario de la formación, Edmundo Bal, definió gráficamente la postura de su partido respecto a este punto criticando a Pedro Sánchez por «dejarles meter la cuchara en el dinero de todos los españoles para defender privilegios identitarios», como expresó.
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Pese a que el martes pactaron con el PSOE una enmienda para impulsar la tarjeta sanitaria única, Ciudadanos votó en contra en la mayor parte de las votaciones que tuvieron lugar este miércoles en la primera sesión de la Comisión de Presupuestos, encargada de tramitar el proyecto. Horas antes, el propio Bal se negaba a dar por hecho el preacuerdo que había anunciado el diputado de Esquerra, Gabriel Rufián, pero acabó asumiendo -y lamentando- que los soberanistas darán su 'sí' definitivo a la cuentas. O lo que es lo mismo, que el Gobierno de coalición optará finalmente por apoyarse en el llamado bloque de investidura en vez de en el partido liderado por Inés Arrimadas.
En el PSOE respondieron a estas críticas defendiendo que «el presidente del Gobierno tiene la potestad de decidir cómo y con quién responde a los retos», afirmó la diputada socialista Rafaela Crespín. En el mismo sentido se expresó, Martina Velarde, parlamentaria de Unidas Podemos, que exigió a Ciudadanos que «deje de decir al Gobierno de coalición con quién puede o no pactar», subrayando específicamente que estos «no está para dar lecciones porque se mantienen en el poder en varias comunidades con el apoyo de los neofascistas de Vox».
Arrimadas, por su parte, sigue tachando de «humillación» la presencia de ERC y Bildu en las negociaciones. En Barcelona, donde mantuvo una reunión con Carlos Carrizosa, su candidato a las elecciones catalanas del próximo 14 de febrero, se quejó amargamente de que el PSOE «acepte que Esquerra le diga a la Comunidad de Madrid lo que tiene que hacer con los impuestos».
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