Las cinco claves de la agenda de la cumbre de Madrid

Estas son las cinco claves de la agenda que se debatirá en la cumbre más importante desde la Guerra Fría, según trasladan desde el seno de la organización transnacional:

El pasado 24 de febrero las tropas rusas invadieron Ucrania y provocaron un terremoto geopolítico de incalculables efectos para Europa. A las terribles pérdidas humanas de cualquier guerra se sumaron consecuencias económicas, con el vigente paquete de sanciones a Rusia, y cambios profundos en el modelo de suministro energético imperante en las últimas décadas en el centro y norte del continente. En el plano de la seguridad, la OTAN salió en defensa de los países miembros próximos a Rusia con el refuerzo de medios humanos y materiales. Precisamente, una de las cuestiones centrales de la cumbre de Madrid será definir cómo ha afectado la «brutal» agresión territorial de Rusia y establecer un nuevo enfoque de disuasión y defensa en el flanco este.

A la cumbre de Madrid asistirán los jefes de Estado y de Gobierno de los 30 países aliados y también otros 14 socios clave para la Alianza. Se trata de cuatro países de Asia-Pacífico invitados -Australia, Nueva Zelanda, Japón y Corea del Sur-, otros cuatro miembros de la Unión Europea que no forman parte de la Alianza -Suecia, Finlandia, Austria e Irlanda-, Ucrania (el presidente Volodimir Zalenski intervendrá por videoconferencia), Mauritania o Jordania, los dos emergentes aliados en el norte de África y Oriente Próximo. También estarán los titulares de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, y del Consejo Europeo, Charles Michel.

Entre los debates de la cumbre se busca dar el visto bueno para la adhesión de sus dos nuevos aspirantes: Suecia y Finlandia, que han recibido las bendiciones de todos los miembros a excepción de Turquía. Uno de los grandes retos del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, será convencer a Ankara a cambio de garantizar acciones para neutralizar al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), la guerrilla separatista.

El nuevo concepto estratégico de Madrid incluye por primera vez una mención expresa a China. Sin embargo, habrá que leer las referencias al gigante asiático en el documento marco para conocer hasta dónde quiere llegar la OTAN. La razón son las posturas distantes de Estados Unidos y la Unión Europea con respecto a su relación con Pekín. Washington dio un giro en su estrategia geopolítica con Barack Obama, y el pasado mes de septiembre, con Joe Biden, firmó con Reino Unido y Australia un tratado estratégico para el área del indopacífico que de forma irremediable tensionó las relaciones con China. Por su parte, el Parlamento Europeo fijó su postura en un informe del pasado verano en el que se propuso seguir cooperando con Pekín en una serie de desafíos globales como el cambio climático, el desarme nuclear o la lucha contra las crisis sanitarias mundiales. Por lo tanto, frente a la «autonomía estratégica» de la UE en la que se defiendan los «intereses y valores» europeos está lapostura de fuerza estadounidense.

Los países del sur de Europa vienen trabajando durante los últimos años para que la Alianza mire al llamado flanco sur con una estrategia propia que delimite sus desafíos. La guerra de Ucrania y el refuerzo del flanco este centran la agenda de la cumbre, pero al menos habrá una sesión específica del Consejo de la OTAN en la que se tratará la «mirada 360 grados», es decir, la necesidad de que la organización defensiva extienda el foco de sus objetivos a medio plazo. Se tratarán los fenómenos migratorios, la expansión del yihadismo en la región del Sahel, el llamado «chantaje» energético, las crisis alimentarias, la extensión de la influencia de Rusia en Argelia, Malí o Libia o las nuevas misiones en Jordania y Mauritania como países aliados.

La ciberseguridad, las amenazas híbridas y las consecuencias del cambio climático serán otros de los asuntos centrales que traten las reuniones de los jefes de Estado y de Gobierno. La OTAN no va a cambiar su propósito de control armamentístico y reducción de riesgos, sino que se adaptará a nuevos retos y desafíos, con lo que las tres misiones serán una defensa colectiva más intensa, una seguridad cooperativa y la gestión de crisis. Además, cuatro pilares conformarán la novedosa concepción de Madrid: invertir más en seguridad y defensa (se espera el anuncio de España de alcanzar el 2% de su PIB en 2030), una política de disuasión integral (iniciativa de disuasión del concepto anterior) y el reforzamiento de la capacidad de inteligencia.