Son las dos chicas desaparecidas. Manuela Torres, de 13 años y Virginia Guerrero, de 14. Desde 1992 no se sabe nada de ellas. Hoy, 25 años después, su caso podría reabrirse gracias a la sequía. Porque la falta de lluvias ha dejado al descubierto ... el embalse del Ebro. Aquí un vecino encontró en octubre una mandíbula mientras caminaba. Los forenses analizan ahora si podría pertenecer a una de las niñas.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
La proteína clave para la pérdida de grasa
El Comercio
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.