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El líder del PP, que desde el lunes responsabiliza al Gobierno de «ir por detrás de los acontecimientos», ha respaldado la declaración de estado de alarma que mañana aprobará el Consejo de Ministros, pero ha subrayado en su comparecencia que ayer ya era «una necesidad ... urgente». De hecho, Pablo Casado considera que la decisión de Pedro Sánchez se ha conocido tras ser un «clamor», dadas las medidas excepcionales adoptadas en País Vasco, Cataluña y Madrid. Además, ha recordado que el Ejecutivo de Castilla y León había reclamado por carta este mismo viernes a la Moncloa este tipo de cobertura legal.
Apenas había concluido la declaración institucional de Sánchez cuando Casado ha intervenido desde la sede nacional del PP para exigir al Gobierno que a partir de mañana use «con determinación y responsabilidad» los recursos que el estado de alarma pone a su disposición: «Es hora de dejar la descoordinación y los titubeos para pasar a la firmeza y la determinación».
Los votos del PP estarán a disposición del Ejecutivo para, una vez transcurridos los primeros 15 días, prorrogar en el Congreso si es preciso esta situación extraordinaria. Pero el apoyo al estado de alarma no implica que la crítica de los populares se haya visto mitigada. «A lo largo de esta semanas se han cometido por parte del Gobierno graves negligencias, como alentar a una manifestación multitudinaria el pasado domingo, y se ha ido a remolque de los acontecimientos», ha dicho, aunque asegura que pospone la exigencia de responsabilidades.
Todas las intervenciones públicas del PP combinan estos días ambas caras: apoyo y reproche. También desde algunos territorios presididos por el partido detectan una falta de «liderazgo» en el Gobierno, aunque la coordinación, reconocen, ha funcionado.
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