Pablo Casado, que el lunes ya sugirió que el Gobierno estaría yendo «por detrás de los acontecimientos», ha intensificado esta mañana su crítica al Ejecutivo, y en especial a Pedro Sánchez, por la gestión de la crisis del coronavirus. El líder del PP no sólo ... considera que se han adoptado «tarde» las medidas para frenar la expansión de la epidemia, sino que tacha de «irresponsabilidad» que se «alentara» la asistencia a la marchas del 8-M 24 horas antes de tomar las decisiones más restrictivas. Una circunstancia que, a su juicio, hizo perder «parte de su credibilidad» al gabinete gubernamental.
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El PP busca estos días cómo ejercer la oposición al Gobierno en un terreno tan delicado sin que eso empañe la imagen de colaboración que los populares habían construido en las últimas semanas. De ahí que Casado insista en sus intervenciones en que la suya es una crítica «constructiva» y en que el Ejecutivo «va a encontrar más lealtad» en los populares que «en sus socios de investidura». Aunque los reproches afloren.
En el corto plazo, mañana el PP intentará que su petición para que Sánchez comparezca en el Congreso prospere en la Junta de Portavoces. Fuentes del grupo parlamentario no comparten los argumentos de partidos como el PNV, que trasladó a los populares sus reticencias sobre la posibilidad de que un debate de esas características en este momento de crisis se convierta en un nuevo escenario de confrontación política. La portavoz, Cayetana Álvarez de Toledo, cree, de hecho, que se trata de una «oportunidad» para el jefe del Ejecutivo, a quien llamó ayer a paliar «el miedo».
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En este sentido, Casado ha asegurado esta mañana en una entrevista en la Cadena Cope que «echa en falta» el «liderazgo de verdad», que el presidente del Gobierno «salga» y diga: «Asumo las consecuencias, me pongo al frente de esta coordinación». Es más, insinúa que Sánchez no quiso compartir ayer en público la cancelación de las Fallas por tener posibles repercusiones en términos de votos. «Al jefe de la oposición se le reclama lealtad, pero yo se la pido también al Gobierno a la hora de que no haga cálculos electorales», ha añadido en el homenaje a las víctimas del 11-M en el Bosque de los Ausentes, en Madrid.
En el partido entienden, en todo caso, que este tipo de reproches encajan en el ejercicio de la oposición y defienden que en la crisis del ébola el PSOE fue más duro en la censura al Ejecutivo de Mariano Rajoy.
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En cuanto a los próximos pasos a dar, el líder del PP avanza que el Congreso debería poder retomar su actividad, por lo que abraza la propuesta de la diputada de Coalición Canaria Ana Oramas, que ayer planteó una reforma reglamentaria para poder sustituir los plenos por la Diputación Permanente, compuesta por un menor número de miembros. Por otro lado, deja en manos de la Junta Electoral Central la decisión sobre un posible aplazamiento de las elecciones en País Vasco y Galicia y recuerda que Alberto Núñez Feijóo lo ha supeditado a cómo evolucione la epidemia.
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