Casado lanza un ultimátum a Sánchez porque «así no» puede apoyar la prórroga

El líder de los populares dio una vuelta de tuerca en su enfrentamiento con el Gobierno, y por primera vez apuntó que su partido no va a estar del lado del Gobierno para prolongar la próxima semana el confinamiento y las restricciones de la actividad económica. Casado se reunió hoy en el Senado con los presidentes y consejeros autonómicos del PP que asistieron a la Comisión General de Comisiones Autónomas de la Cámara alta ante los que lanzó el mensaje más duro hasta el momento contra el presidente del Gobierno. Tachó de «caos» la propuesta de desescalada en cuatro fases y subrayó que alargar el estado de alarma para afrontar la crisis sanitaria es una medida ineficaz, que además atenta contra derechos fundamentales, como la libertad de movimientos.

«El PP -señaló- estará siempre arrimando el hombro para salir de esta situación, apoyando al Gobierno cuando plantee medidas sensatas y positivas», pero no tendrá su colaboración para un plan adoptado sin consultar con nadie y que no recoge ninguna de las medidas económicas y sanitarias que él mismo propuso al presidente del Gobierno.

Unas horas antes, en Telecinco, el secretario general del PP también insinuó que dejaran solo a Sánchez con la nueva prórroga aunque no fue rotundo. «No me puedo mojar -se justificó Teodoro García-Egea- porque luego la hemeroteca es traicionera». Pero reprochó a Sánchez que se haya «acostumbrado a gobernar» bajo el estado de alarma y con «restricción de libertades».

En el PP dicen que quieren conocer con detalle el «plan de transición hacia la nueva normalidad» y en qué condiciones se plantea la prolongación del confinamiento y la reactivación de la economía antes de decir última palabra. Pero las manifestaciones de sus dirigentes, no solo Casado y García-Egea, hacen pensar que será difícil un nuevo apoyo. El portavoz en el Senado se preguntó «a qué lumbreras se le ha ocurrido en la Moncloa» el plan de desescalada. «¿En qué manos estamos? ¿A quién se le ocurre diseñar un plan así?», siguió preguntándose Javier Maroto en Radio Nacional.

El enfado del jefe de la oposición con Sánchez no para de crecer por el «desprecio», apuntan fuentes populares, con que trata al partido que es alternativa de Gobierno. «Hay que escuchar, consensuar y pactar» para contar con la colaboración de la oposición, dijo Casado a sus gobernantes autonómicos.

La incomunicación entre el presidente del Gobierno y el líder del PP es absoluta. Solo interactúan para cruzar críticas y reproches en el Congreso. Las conversaciones privadas se limitan a una videoconferencia el 20 de abril y un par de llamadas telefónicas breves y casi protocolarias. La sensación que transmiten dirigentes del PP es que ya no hay margen para recoser la situación.

Pero lo problemas para Sánchez no llegaron solo desde la orilla popular. En su filas el presidente de Aragón. Javier Lambán, presentó una enmienda total al plan de desescalada. «Salvar vidas de los aragoneses está muy por delante de salvar políticamente al presidente del Gobierno», afirmó en un debate en las Cortes autonómicas. El plan de Sánchez, continuó, «no nos gusta, no responde a lo que el Gobierno de Aragón había planteado».