Casado expresa su «confianza» en Alonso a falta de ratificar su candidatura

En la sede central del PP argumentan que hasta que Ciudadanos celebre en marzo el congreso de sucesión de Albert Rivera y la nueva dirección pueda tomar decisiones en firme, lo lógico es que rija la «cautela» tanto en Cataluña como en el País Vasco, donde hay más opciones de tejer alianzas y presentar listas conjuntas. Así justifican, por «respeto» a su socio potencial, que fuentes de la cúpula evitaran establecer ayer como línea roja de futuras conversaciones con los liberales la candidatura de Alfonso Alonso.

A Casado se le preguntó en dos ocasiones por este asunto en una entrevista en TVE anoche. La segunda vez, contestó: «Tanto Alfonso como Alejandro Fernández (líder del PP de Cataluña) como Alberto Núñez Feijóo tienen toda nuestra confianza. Y, además, no hay que olvidar, son los presidentes de los partidos a nivel autonómico».

En el PP habían echado en falta horas antes un respaldo explícito, sobre todo cuando son de sobra conocidos episodios de fricciones entre la dirección nacional y la organización en el País Vasco. Algunas fuentes del partido creen desaconsejable dejar la puerta abierta a posibles especulaciones sobre Alonso. Y puesto que la inmensa mayoría no ve que a día de hoy haya recambio posible, son partidarios de no «alentar el debate» y mucho menos dejar que trascienda la imagen de que el líder de los populares vascos no cuenta con el respaldo cerrado de la cúpula. Especialmente, si al final va a ser él el aspirante.

Mientras, en el País Vasco, los populares se han apresurado a sellar las grietas sobre el futuro de su presidente. Después de que Alonso se mostrara en público contenido sobre su propia candidatura, el responsable del PP de Álava, Iñaki Oyarzabal, dio por sentado la semana pasada que «en Génova y en todas partes saben que Alfonso Alonso es quien mejor representa el proyecto». Y ayer, el portavoz del partido en el Parlamento autonómico, reforzó esta idea: «Está bien claro que es nuestro líder, es nuestra referencia». En el entorno de Alonso también insisten en que se ha dejado claro a la dirección nacional el interés del presidente del PP vasco en repetir en estas elecciones y descartan rumores que han circulado sobre un supuesto deseo de pasar el relevo.

Fuentes del PP no descartan, aun así, que, en las negociaciones, Ciudadanos pueda presionar por un candidato «de consenso». Si bien en el País Vasco la formación liberal no cuenta con fuerza para plantear un pulso, algunos cargos populares se preguntan si la dirección que heredará, probablemente, Inés Arrimadas estaría interesada en dar esa batalla.

El terreno de los pactos preelectorales, en todo caso, está por explorar. La oferta de Arrimadas en Cataluña, País Vasco y Galicia está en fase embrionaria y, aunque en el PP celebran las expectativas y Casado confía en que la convergencia sea posible en las elecciones generales, hay asuntos por resolver. Para empezar, los populares no están por la labor de coaligarse en el territorio gallego, donde cuentan con mayoría absoluta y solo piensan en «integrar» a Ciudadanos bajo sus siglas.