Casado y Arrimadas compartirán campaña este domingo en Gernika

Fuentes de ambos partidos conceden a la convocatoria una relevancia simbólica. «PP y Ciudadanos se unen en el País Vasco -recogen en la nota de prensa consensuada- comprometidos con la defensa de las libertades que el árbol de Gernika simboliza y el pluralismo. Un acto de profunda significación para reivindicar nuestros marcos de convivencia, el Estatuto de Gernika y la Constitución Española».

La coalición, que se presenta a sí misma como la alternativa al nacionalismo, fue pactada a finales de febrero entre las direcciones nacionales de los partidos, no sin quebraderos de cabeza en las filas populares. La negociación dejó constancia del deterioro en las relaciones entre la cúpula de Pablo Casado y la organización territorial del partido, que, liderada entonces por Alfonso Alonso, echó en falta una mayor interlocución interna. Las tensiones derivaron en el relevo del candidato y la llegada de Carlos Iturgaiz como cabeza de cartel.

Desde entonces, el contexto político ha variado. La crisis del coronavirus ha situado a Ciudadanos en una posición más central, con capacidad de llegar a acuerdos a izquierda y derecha. El equipo de Inés Arimadas ha consensuado con el Gobierno de Pedro Sánchez las últimas prórrogas del estado de alarma y el decreto que regulará la nueva normalidad hasta que haya un tratamiento eficaz para la Covid-19 o una vacuna. Ahora, demás, no se cierra a una negociación presupuestaria, pese a que la mesa de diálogo con la Generalitat ponga «muy difícil», según los liberales, el acuerdo.

Ciudadanos ha procurado trasladar la imagen de partido «útil», pese a tener 10 escaños en el Congreso, y ha intentado que el movimiento no se entendiera como una conversión en socio parlamentario del Ejecutivo. De hecho, la formación de Arrimadas compatibiliza las conversaciones con el PSOE con el acuerdo de coalición con el PP en el País Vasco y es socia de los populares en los gobiernos autonómicos de la Comunidad de Madrid -donde las relaciones son más complicadas-, Castilla y León, Andalucía y la Región de Murcia.

Los comicios del País Vasco serán la primera oportunidad para testar la alianza electoral de PP y Ciudadanos, que hasta ahora sólo habían compartido lista bajo la marca Navarra Suma, aunque los pactos para aquella integración los alcanzaron por separado con UPN.

En Galicia, el acercamiento, sin embargo, no fue posible. Allí la hegemonía de los populares y de Alberto Núñez Feijóo, que persigue su cuarta mayoría absoluta, frenó la posibilidad de una coalición.