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El PP, que había respaldado hasta ahora todos los reales decretos del Gobierno para hacer frente a las consecuencias sanitarias y económicas de la epidemia, ha anunciado este lunes que, salvo modificación del contenido, no dará su apoyo a las últimas medidas gubernamentales. Se trata ... de la prohibición temporal de los despidos por fuerza mayor y la paralización de toda actividad no esencial. «No podemos remar en la misma dirección -ha advertido Pablo Casado- si estamos yendo a un precipicio».
El presidente del PP considera que, antes de adoptar la decisión, el Gobierno debería haber consultado qué sectores pueden parar y en qué zonas tanto con la oposición, dado que en sus manos está el visto bueno a los reales decretos en el Congreso, como con las comunidades autónomas y los agentes sociales. Llegados a esta situación, demanda que el coste del parón no recaiga en las empresas y se establezcan mecanismos de liquidez para que no se vean abocadas al cierre. «¿Quién paga que los trabajadores no vayan? Lo tiene que pagar el Estado», ha defendido Casado en una rueda de prensa telemática.
Tal y como lo plantean los populares, el Gobierno tendría «15 días» para negociar si desea contar con los votos del PP en la Cámara baja. Este el primer punto de ruptura desde que la crisis del coronavirus comenzó. Pese a que las críticas han sido, con mayor o menor intensidad, una constante en las últimas semanas, el principal partido de la oposición había distinguido la posición política del apoyo parlamentario.
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En todo caso, Casado sostiene que el cambio no tiene nada que ver con un giro hacia una línea «dura» de oposición: «Hay días en los que hay errores en la compra de test y el PP tiene que salir a decir que así no, que es un disparate, y hay días en los que fallan las medidas económicas planteadas y tenemos que decir que no nos pidan que convalidemos algo que pensamos que puede ser suicida para la recuperación y para mantener el empleo de los españoles».
El propio Casado defendió hace una semana el planteamiento del Gobierno de Murcia, que demandaba el cierre prácticamente total en la región. Es más, lo acogió como una opción a estudiar dependiendo de las circunstancias de cada comunidad y situó a Madrid al margen de esa idea. Ese argumento, sin embargo, desapareció del discurso del partido horas después y fuentes de la formación conservadora trasladaron sus reservas sobre un parón mayor de la actividad.
Según ha relatado este lunes el líder del PP, el Ejecutivo pidió entonces a los populares que no condicionaran su apoyo a la prórroga del estado de alarma a mayores restricciones que no se iban a adoptar. «Es una deslealtad con el principal partido de la oposición», ha censurado.
El coronavirus en cifras
Casado considera que el Gobierno le ha dado «información falsa», pero también que se «ocultaron» datos antes del 9 de marzo. La asunción de responsabilidades la sigue dejando para el futuro, pero cree que de haber estado el PP en la Moncloa, la actitud de la oposición habría sido otra.
Es más, esta mañana ha deslizado que el Gobierno «cuenta» ahora con que nadie puede manifestarse en las calles y con unos medios de comunicación que, a su juicio, «están poniendo el foco en lo positivo» y no muestran «la cara de las familias y lo que está pasando en las morgues». «No voy a criticar -se ha referido a la prensa- sólo quiero describir».
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