Dos trabajadores muertos al derrumbarse el techo de un colegio en Gijón

Poco después del accidente, los bomberos consiguieron rescatar con vida a dos de los trabajadores. Uno de ellos, con heridas leves, fue atendido en el mismo lugar del accidente. Una ambulancia trasladó al otro herido, más grave, al hospital de Cabueñes.

«Escuchamos como una explosión y vimos que un hombre había quedado atrapado a la altura de la ventana. No podía moverse y empezó a llamar a voces a un compañero. Le pedimos que se tranquilizara y en pocos minutos ya llegó la policía a sacarlo. Y también sacaron después al compañero», relataba aún sobresaltadas dos trabajadoras de Emulsa, testigos de lo ocurrido.

A partir de ese momento comenzaba una angustiosa y peligrosa búsqueda por parte de los bomberos entre los inestables escombros del colegio. Los equipos de trabajo se organizaron por turnos de intervención dispuestos a continuar sin descanso hasta encontrar a los dos desaparecidos, de los que no había ningún tipo de respuesta desde el interior del inmueble, lo que hizo que muchos de los presentes presagiaran lo peor.

Hasta la zona se acercaron el presidente del Principado, la alcaldesa de Gijón y la consejera de Educación, así como diversos representantes de la Corporación gijonesa. También la familia de los dos trabajadores atrapados, avisada de lo ocurrido, siguió con angustia el trabajo de los equipos de rescate. Una gran grúa fue desplazada a la zona para retirar los enormes bloques se escombro a los que quedó reducida la techumbre con el fin de que los bomberos pudieran avanzar en la búsqueda de los trabajadores atrapados, dos primos de 39 y 40 años y vecinos de Mieres.

Antes de las tres de la tarde, los peores pronósticos se confirmaban. El cuerpo sin vida de uno de ellos, A. V. D., era encontrado por los equipos de rescate. Poco antes de las cuatro y media, aparecía el cadáver del segundo de los trabajadores, D. V. En el mismo lugar del accidente, los familiares recibieron, desolados, la trágica noticia de las muertes.

Según los responsables del centro educativo, el equipo de operarios se encontraba realizando una obra en el techo del edificio, pero se trataba de una obra menor. «La obra era algo sencillo, en el techo, pero a nivel de escayola, era lo que nos habían trasladado, algo sencillo, pero nada complejo ni que ver con la magnitud de lo que ha ocurrido», explica el director del colegio San Vicente de Paul. Los supervivientes tampoco se explican lo ocurrido. Vicente Moirón, que fue dado de alta tras ser atendido, no entiende tampoco que pudo ocurrir. Así lo relataba poco después del suceso mientras seguía consternado las labores de búsqueda de los dos desaparecidos, también familiares suyos. Cuando se produjo el derrumbe, él se encontraba fumando un cigarrillo en una de las ventanas. Probablemente, eso le salvó la vida. Hasta allí subieron los equipos de rescate para salvarle.

Tras este trágico accidente, las autoridades abrirán la preceptiva investigación para esclarecer las causas de lo ocurrido. Tanto los Bomberos de Gijón como la Policía comenzaron ayer mismo la inspección en el lugar de la tragedia.