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«Quiero ver a los Reyes y a la princesa Leonor lo más cerca que pueda». Teresa, jubilada y monárquica declarada, esperaba este miércoles frente al Palacio Real de Madrid con sus prismáticos de caza al cuello para contemplar con sus propios ojos el saludo del jefe del Estado acompañado de su heredera, la princesa Leonor, la reina Letizia y la infanta Sofía. España no es una Monarquía de balcones como la británica, pero el X aniversario de la coronación de Felipe VI generó una gran expectación en los alrededores de la Plaza de Oriente por lo infrecuente que resulta presenciar cómo los monarcas y sus hijas se asoman a la ciudadanía desde el enclave palaciego.
Los curiosos que no pudieron presenciar el solemne cambio de guardia en el interior del Patio de Armas lamentaron que el Ayuntamiento de Madrid no hubiera instalado una pantalla para seguir la ceremonia desde el exterior. Muchos lo hicieron a través de sus móviles hasta que la patrulla Águila del Ejército del Aire sobrevoló la calle Bailén dibujando la bandera española. «¡Viva la familia real!», rompió la espera un grupo reducido del centenar de personas congregadas en los exteriores de palacio.
Una década después de aquel 19 de junio de 2014 que quedó para la Historia como el día de la proclamación de Felipe VI ante las Cortes y dos desde los entonces Príncipes de Asturias contrajeran matrimonio, los Reyes y sus hijas siguieron el homenaje desde el balcón principal del Salón del Trono orientado hacia la plaza de la Armería y la catedral de la Almudena. Una imagen poco habitual que escenifica el presente y el futuro de la institución. «Nosotras hemos venido a ver a Leonor», admitieron Joana y María, dos colegialas de uniforme que no quisieron perderse lo que consideran «un día histórico».
Tras el relevo y aunque no estaba previsto, la Familia Real al completo se dirigió, para alegría de los presentes, al balcón que da a la Plaza de Oriente para saludar a los curiosos, jubilados y turistas allí concentrados. Y luego, Leonor y Sofía se convirtieron en las protagonistas inesperadas de la jornada al saltarse el protocolo e improvisar un brindis antes del almuerzo con los invitados. «Mamá, papá, majestades. Perdón por colarnos pero también nosotras tenemos algo que decir hoy», interrumpió la princesa Leonor. «Gracias por acompañarnos para recordar que en estos diez años hemos aprendido de nuestros padres lo que significa el compromiso que los cuatro tenemos con todos los españoles», añadió la infanta Sofía.
Tras su breve intervención, ambas pidieron un brindis en reconocimiento a sus progenitores. «Mamá, papá, gracias», remataron. Un detalle que Felipe VI, Rey y padre visiblemente emocionado, les agradeció con un beso. En los prolegómenos, el soberano había impuesto las medallas del Orden del Mérito Civil a 19 referentes cívicos de cada una de las 17 comunidades y las dos ciudades autónomas de Ceuta y Melilla en homenaje a su comportamiento ejemplar en tanto que solidario y comprometido. «Diez años puede parecer un periodo no muy extenso, pero es suficiente para hacer un balance con perspectiva», inició su intervención.
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