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Laura Borràs. EP
Borràs se resiste a ser sustituida en la presidencia del Parlamento catalán

Borràs se resiste a ser sustituida en la presidencia del Parlamento catalán

La presidenta de Junts advierte a su partido de que el diálogo con el Gobierno aleja el objetivo de la independencia y alerta de que no dará un paso al lado

Cristian Reino

Barcelona

Martes, 23 de agosto 2022, 14:45

El fin de curso político en Cataluña estuvo marcado por el caso Borràs y el inicio de la nueva temporada apunta a que seguirá por los mismos derroteros. Los partidos catalanes llevan días fijando su posición en el debate sobre si deben o no elegir ... un relevo a Laura Borràs, suspendida como diputada y como presidenta del Parlament en aplicación del reglamento de la Cámara catalana, tras ser procesada por presuntos delitos de corrupción.

La expresidenta de la Cámara catalana rompió este martes en Prada (Francia) su silencio y participó en la clausura de la Escuela Catalana de Verano (UCE), donde se reivindicó como presidenta y advirtió a ERC y PSC, que son quienes más están presionando a Junts para que designe una sustituta, que le pueden «suspender los derechos y los deberes», pero «el compromiso no te lo puede suspender nadie». Y lanzó un desafío a los partidos, incluido el suyo: «No daré un paso al lado, solo adelante. El Estado quiere que sea un paso atrás. Presidir la Cámara catalana en el contexto actual no es agradable ni cómodo». El pasado 28 de julio, Borràs fue apartada de la presidencia del Parlament y algunos en ERC, y también en Junts, quisieron anticipar su final como política, pero nada más lejos de la realidad, al menos en lo que a sus intenciones se refiere. No solo presiona para que no se designe a un sustituto, sino que pretende seguir al frente de la institución y se presenta como la líder del sector puro del independentismo. La pugna en el seno de Junts se mantiene.

Y es que, Borràs presidió la clausura del acto y aclaró que fue invitada a participar cuando era «plenamente presidenta», dando a entender que aún se considera la titular del cargo, aunque no puede ejercerlo, pues a su juicio el Parlament está «secuestrado por la partitocracia» y ERC, PSC y la CUP, miembros de la Mesa, decidieron apartarla con «demasiada frivolidad y por interés partidista» y juzgándola previamente.

Tras la alocución, en una atención a los medios, instó a los miembros de la Mesa, en su próxima reunión tras la reanudación del curso, a dar marcha atrás la decisión de su suspensión y acepte la reconsideración y así «volver a una situación de plenitud de funciones de la presidencia».

ERC lleva días presionando a Junts para que Borràs dimita y pueda nombrar a la persona que la sustituya al frente de la Cámara catalana y acabe con la interinidad en el hemiciclo. Junts ha dejado claro que no presentará ningún candidato, porque de hacerlo abriría un cisma interno con el sector borresista, mientras el PSC insta a ERC a pactar una alternativa, al margen de los de Puigdemont. Los republicanos replicaron que no están dispuestos a romper el pacto de legislatura con los postconvergentes, según el cual la presidencia de la Generalitat recayó en ERC y la de la Cámara catalana, en Junts.

Romper el Govern

El otro punto del debate que estará sobre la mesa en el arranque político de Cataluña será el papel de Junts en el gobierno. La formación nacionalista tiene aún pendiente la decisión sobre si impulsa una consulta entre la militancia para abordar su permanencia en el Ejecutivo autonómico. El sector oficial, liderado por Turull, es partidario de mantenerse en el Govern al menos hasta las municipales del año que viene. Esta posición es mayoritaria, frente a la que defiende la presidenta del partido, que ayer pidió públicamente a los suyos una «reflexión». Los de Borràs creen que Junts debería salir de la Generalitat. El argumento que esgrimió ayer la líder nacionalista fue que la ciudadanía no dio una mayoría del 52% de votos independentistas en las pasadas elecciones catalanas para acabar «acomodados» en la autonomía.

A su juicio, la apuesta por el diálogo con el Gobierno ha pasado de ser «estéril» a «contraproducente» para alcanzar la independencia y el movimiento secesionista «se aleja» cada vez más del objetivo. Pidió autocrítica a los partidos nacionalistas y recordó a Pere Aragonès (y de paso a Junts, que votó su investidura) que adquirió el compromiso de culminar la independencia y no está cumpliendo las expectativas.

La división en el campo independentista aumenta casi a diario. Mientras Laura Borràs aprovechaba su intervención en Prada para acusar a ERC, Junts y la CUP de paralizar la independencia, Aragonès avanzó que su intención en el nuevo curso es implicar también a los comunes en su plan soberanista, una estrategia en las antípodas de la unilateralista de Borràs.

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