Las bases del consejo de la república, que preside Carles Puigdemont, han avalado en una consulta interna que ERC y Junts bloqueen la investidura de Pedro Sánchez. La militancia de la entidad nacionalista, que nació como una especie de gobierno en paralelo cuyo mandato era ... mantener la confrontación contra el Estado y trabajar para hacer efectiva la secesión, ponen en riesgo las conversaciones de los secesionistas con los socialistas.
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Durante una semana, las 90.000 personas inscritas en el censo de esta organización privada con sede en Waterloo estaban llamadas a responder a esta pregunta: «¿Debe promover el consejo de la república el bloqueo a la investidura del presidente del Estado español por parte de los partidos independentistas?». El 75% ha votado a favor, es decir, están de acuerdo en no investir a Sánchez, mientras que el 24% se han posicionado en contra del boicot a las negociaciones. La participación ha sido del 4%. En la consulta celebrada la semana pasada en el consejo, para decidir cambios en la estructura interna (suprimir la asamblea de representantes), la abstención fue del 93%.
La votación sobre la investidura la impulsó un pequeño sector crítico, que logró reunir el 1% de los avales necesarios. Puigdemont es presidente del consejo de la república y este resultado desfavorable le pone en una situación muy delicada, pues está moralmente obligado a cumplir con el mandato de las bases. No obstante, en el comunicado que ha hecho público el consejo, tras conocerse los resultados, desde la dirección de la entidad presidida por Puigdemont han evitado hacer suyo el mandato de las urnas y se han limitado a señalar que «comunicarán los resultados a las direcciones de los diferentes partidos independentistas de manera inmediata». Fuentes de la dirección han recalcado que no harán declaraciones. .
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Con los resultados en la mano, Puigdemont debe decidir si sigue negociando con Sánchez o ignora la consulta del organismo que él mismo creó para mantener vivo el 'procés'. Empieza la fase final de la negociación, que se centra en estos momentos en acabar de pulir la ley de amnistía, en el mediador y en el reconocimiento nacional de Cataluña.
Puigdemont ha recibido un duro golpe de la militancia más radical. Destaca eso sí la baja participación. Muy baja, lo que denota lo desmovilizadas que están las bases independentistas. Las más radicales ya han pasado página y ultiman la creación de una nueva candidatura electoral, bajo el paraguas de la ANC y la exconsejera Clara Ponsatí.
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