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José María Aznar se ha pronunciado esta mañana contra Pedro Sánchez en plena polémica por el pacto suscrito entre PSOE, Unidas Podemos y EH Bildu, que contempla revertir la reforma laboral de 2012 a cambio de la abstención ayer de la izquierda abertzale en la ... quinta prórroga del estado de alarma. El expresidente del Gobierno considera que el Ejecutivo ha acordado con «los herederos de ETA» el marco de las «relaciones laborales en España» ha advertido sobre las derivadas, a su juicio, de esta manera de proceder. «El grado de irresponsabilidad es de tal magnitud -ha elevado el reproche en una entrevista en la Cadena Cope-, el traspaso de líneas rojas de la sensatez, del simple sentido de la responsabilidad es de tal enormidad que las consecuencias sólo pueden ser, desde el punto de vista económico, social y desde el punto de vista político, enormemente graves para la sociedad española y España como país».
El documento inicial del acuerdo, que sólo se conoció finalizado el pleno sobre el estado del alarma en el Congreso, recogía la derogación «de manera íntegra» de la reforma laboral. Horas después, sin embargo, los socialistas volvieron a una redacción similar a la del pacto de gobierno con Unidas Podemos para dejar el compromiso en la recuperación de los derechos «arrebatados» por la normativa del Ejecutivo de Mariano Rajoy en 2012.
En este escenario, Aznar, que en las últimas semanas ha intensificado sus apariciones y las publicaciones de la fundación que preside, FAES, coincide de nuevo con la línea argumental trazada anoche por el presidente del PP, Pablo Casado, y censura el diálogo con la izquierda abertzale. «Estamos en manos de un absoluto irresponsable -se ha referido a Sánchez-, acompañado por chavistas, comunistas y separatistas». El exjefe del Ejecutivo ha criticado, además, que se acuerde, por un lado, con EH Bildu y se pida, por otro, ayuda a los países europeos.
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La crítica, en todo caso, se extiende más allá del acuerdo puntual de este miércoles. Aznar ha dibujado un panorama en el que la situación de la economía española sería de «hecatombe» y ha augurado «problemas sociales». Al menos, dice, se dan «las condiciones»: «Otra vez hemos vuelto, o nos han traído, a la España de las colas del hambre, de las bolsas de comida, de personas que se quedan sin trabajo y no reciben ninguna ayuda, de clases medias que están siendo destrozadas, pequeñas y medianas empresas, que es el corazón de España, que están cayendo por decenas de miles».
Preguntado por las posibles consecuencias en las calles, el expresidente del Gobierno ha llegado a sostener que se van «a correr muchos riesgos de este tipo». «Lo que hay que evitar -ha concluido- es cualquier estallido de violencia, cualquier estallido de exaltación, cualquier estallido social que se puede ir de las manos».
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