Cospedal asegura que «la 'caja B' era de Bárcenas, no del PP»

El juicio que se celebra ahora en la Audiencia Nacional por la presunta 'caja B' del PP, la contabilidad paralela con la que se habría abonado parte de los gastos de la reforma de la sede nacional, fue escenario ayer de otro capítulo de este serial político-judicial. Un asunto que aún no ha dicho la última palabra. Con la afirmación de Bárcenas al tribunal de que hubo una contabilidad paralela en el partido y que la mayoría de sus dirigentes cobraron sobresueldos en negro, entre ellos Cospedal, la sesión ayer prometía nuevos embates.

. La testifical de la expresidenta castellano-manchega, que compareció por videoconferencia junto a otros históricos dirigentes del PP como Javier Arenas, Francisco Álvarez-Cascos o Pío García Escudero, siguió la línea frontal que viene marcando con respecto a las revelaciones del extesorero. Aunque como casi siempre, aporta todavía mayor carga de profundidad para desmentir o tildar de «mentira» o «falsedad» determinados hechos declarados por Bárcenas.

«Esa llamada contabilidad paralela o 'caja B' sería en todo caso de él, pero no del PP. Yo solo acepto la contabilidad que fiscaliza el Tribunal de Cuentas, que es la oficial», respondió tajante Cospedal a la pregunta de una de las partes acusadoras sobre el supuesto reparto con Mariano Rajoy de 50.000 euros en dos sobres que declaró Bárcenas el 8 de marzo.

Como buena abogada del Estado, la testigo se centró en destacar la legalidad con la que se movía su equipo desde que llegó a la secretaría general en 2008. «De lo que ocurrió antes no puedo responder», afirmó en un par de ocasiones. Eso incluye las donaciones que recibía el partido –«por lo que sé estaban conformes a la legislación vigente y fueron fiscalizadas», respondió–, también el mismo pago de las obras de la sede.

«La teoría del cobro en B me parece inverosímil porque se remitió un informe al Tribunal de Cuentas con abonos mediante transferencias y facturas. Fue una cantidad lo suficientemente abultada como para que no tuviera que haber habido otro (sistema) de pago», señaló Cospedal.

La única respuesta que zanjó con un aséptico «no sé, lo desconozco» fue cuando le preguntaron por qué el acusado Cristóbal Páez, exgerente del PP que ella misma nombró, admitió haber recibido de Bárcenas dos sobres con 6.000 euros como extra por su trabajo previo en el departamento de recursos humanos.

En el resto de asuntos siguió el testimonio que ya avanzó la semana pasada Ángel Acebes y este martes continuaron Arenas o Álvarez Cascos, todos ellos antiguos secretarios generales: la gestión económica era competencia exclusiva de la tesorería del partido, que incluso tenía poderes orgánicos. A lo que Cospedal añadió que «el señor Álvaro Lapuerta (extesorero ya fallecido) tenía toda la credibilidad del PP». Una manera de refrendar el aislamiento de su enemigo Bárcenas y su control en exclusiva de su 'caja B'. Este miércoles es el turno de las testificales de Mariano Rajoy o José María Aznar.