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L. V.
Murcia
Jueves, 27 de febrero 2020, 16:44
El piloto del avión de la Patrulla Águila siniestrado en la tarde de este jueves en el Mar Mediterráneo frente a La Manga, el comandante Eduardo Fermín Garvalena, ha fallecido a la edad de 39 años. La aeronave que pilotaba, un C-101 de ... la AGA, se estrelló en aguas de la Región a primera hora de la tarde en el kilómetro 6,5 de La Manga. Garvalena era un 'Solo' o Águila 5 de la Patrulla Águila que contaba con más de 2.300 horas de vuelo durante su carrera.
Según informa el Centro de Coordinación de Emergencias 112 Región de Murcia, el suceso se ha producido a primera hora de la tarde entre el kilómetro 6 y 7 de La Manga, a un kilómetro de la costa de San Javier. Es la tercera aeronave que cae en aguas de la Región en los últimos seis meses. El siniestro ha tenido lugar muy cerca de donde se produjo el primer accidente, donde falleció el 26 de agosto de 2019 el comandante Francisco Marín, cuando pilotaba otro avión C-101 que se estrelló contra el mar. El 18 de septiembre cayó en el Mar Menor otra avioneta de instrucción Tamar, falleciendo el instructor, Daniel Melero, y la alumna de tercer curso Rosa María Almirón.
Los hechos se han producido mientras la unidad acrobática se encontraba en un vuelo de entrenamiento. Fuentes de la Academia General del Aire (AGA) confirmaron que uno de los reactores había caído por causas que aún se desconocen. Según testigos presenciales, el avión cayó en picado, no pudo recuperar altura y explotó al impactar contra el agua.
Emergencias indicó a LA VERDAD que varias llamadas de vecinos alertaron a primera hora de la tarde de que «un objeto volador» había caído al mar. Desde el 112 confirmaron que «por el momento se ha establecido un dispositivo para tratar de averiguar qué ha pasado». Sin embargo, fuentes de Protección Civil confirmaron a LA VERDAD que se trata de un avión de la Academia General del Aire (AGA).
Un total de siete embarcaciones de Guardia Civil, Salvamento Marítimo, Ejército del Aire y Protección Civil, así como un helicóptero y un avión han participado en las labores de búsqueda del reactor C-101 de la Patrulla Águila. Una lancha de la Guardia Civil, la embarcación Salvamar Mimosa, una lancha de la Guardia Civil y cuatro embarcaciones de Protección Civil rastreaban un tramo de mar comprendido entre el kilómetro 6,5 de La Manga e Isla Grosa.
Además, en la playa de este arenal, a la altura del hotel Doblemar, se han desplegado efectivos de Protección Civil, Guardia Civil y de la Academia General del Aire. Al lugar ha acudido también personal de la Comisión Técnica de Accidentes de Aeronaves Militares (Citaam).
El avión siniestrado este jueves frente a las costas de La Manga es un Airbus C-101 Aviojet, una aeronave dedicada a la enseñanza de pilotos y el vuelo acrobático que cuenta con más de 40 años de servicio en el Ejército del Aire español.
Los modelos C-101 están en la fase final de su vida útil y serán sustituidos por los 24 aviones Pilatus de entrenamiento, cuya llegada a la AGA está prevista para finales de año con la intención de que comiencen a usarse como aeronaves de entrenamiento en septiembre de 2021.
El comandante Eduardo Fermín Garvalena, un 'Solo' o Águila 5 de la Patrulla Águila, era el piloto accidentado este jueves frente a La Manga. Nacido en Granada hace 39 años, Garvalena sumaba más de 2.300 horas de vuelo durante su carrera. Desde 2007 formó parte del Escuadrón 142 del Ejército del Aire, perteneciente al Ala 14. Por entonces manejaba un Mirage F-1, y un Eurofighter Typhoon durante los tres años siguientes.
Hasta 2017, cuando pasó a la Academia General del Aire, donde pilota un C-101. Durante su trayectoria, Garvalena también ha participado en dos misiones internacionales. En 2016, en la Policía Aérea en el Báltico que desarrolla la OTAN desde la incorporación de los países bálticos para realizar labores de vigilancia y control del espacio aéreo de Estonia, Letonia y Lituania. También participó, durante 2018, en la Operación Atalanta en Yibuti. Uno de los principales objetivos de esta misión es disuadir y evitar actos de piratería en las costas de Somalia para proteger a los barcos del Programa Mundial de Alimentos y otros buques vulnerables.
Este es el tercer accidente producido en los últimos seis meses y ha reabierto el debate sobre el estado de los aviones C-101 del Ejército del Aire. Se espera que estas aeronaves, que tienen ya casi 40 años de vida, sean renovadas el próximo año, aunque la ministra de Defensa, Margarita Robles, negó el pasado agosto que estuvieran obsoletas y defendió que están en condiciones de operar perfectamente. «Ningún comandante con la experiencia de Francisco Marín se habría subido al avión si no hubiera estado en condiciones. El avión podía operar perfectamente, todo funcionaba dentro de la normalidad», recalcó tras el siniestro que se cobró la vida del comandante.
Margarita Robles afirmó entonces sentir «cierta lástima» por lo que calificó como intentos de «desprestigiar o hacer crítica política en estos momentos» y aseguró que «si hubiera que depurar alguna responsabilidad, ya se hará».
La Academia General del Aire utiliza los reactores C-101 desde 1980. Se trata de modelos de entrenamiento de 12,25 metros de largo capaces de alcanzar una velocidad máxima de 770 kilómetros por hora y elevarse hasta los 12.495 metros.
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