La justicia avala el permiso a Urdangarin para hacer voluntariado en una ONG

En esencia, el Ministerio Público alegó que no cabía aplicar este precepto al cuñado de Felipe VI ya que éste no había cumplido la cuarta parte de la condena. El reo entró en la cárcel de Brieva el 18 de junio de 2018 para cumplir una pena de cinco años y diez meses de prisión por el 'caso Noós'.

Los tres magistrados de la Audiencia Provincial, sin embargo, recuerdan que el artículo 117 solo fija como condiciones para que un recluso en segundo grado pueda participar en programas especializados que tenga un perfil de baja peligrosidad social y que no ofrezca riesgos de quebrantamiento de condena. Los jueces entienden que el marido de Cristina de Borbón encaja perfectamente en ese perfil. Y ello, a pesar de que la Junta de Tratamiento de la prisión el pasado verano había zanjado que el riesgo de reincidencia de Urdangarin era «medio-alto» dado lo elevado de la pena y el tipo de delito.

Los magistrados no solo niegan que exista un peligro de reincidencia, sino que recomiendan, dado el comportamiento en prisión del recluso, que pueda disfrutar de «futuros permisos de salida y a una clasificación de grado más flexible y aperturista». Esto es, la aplicación del artículo 100.2 del reglamento penitenciario, que permite al reo gozar de ventajas del tercer grado como acudir a prisión solo a dormir de lunes a viernes, sin tener que ser progresado de grado.

La Audiencia Provincial, que califica de «brillantes, acertados y profusos» los argumentos del juez de Vigilancia Penitenciaria para dejar a Urdangarin hacer su voluntariado en el Hogar Don Orione, recuerda que hay dos informes internos que avalan la necesidad de las salidas. El primero es el de la educadora social que denunció que el aislamiento del preso, único recluso masculino en una cárcel de mujeres, le está afectando negativamente.

El segundo informe penitenciario en el que se apoyan los jueces es el que afirma que el trabajo en Don Orione resulta «muy enriquecedor y positivo» para el recluso, sobre todo con vistas a los permisos que Urdangarin podrá gozar a partir del próximo 28 de noviembre, cuando cumplirá la cuarta parte de su condena. «Mal puede afirmarse que el desarrollo del programa no vaya a contribuir a desarrollar la aptitud del interno o enriquecer sus conocimientos a través de la prestación de un servicio a la sociedad», zanja la Audiencia Provincial de Ávila.