Arrimadas se reafirma en pactar unos Presupuestos sin carga ideológica

La interlocución con el Ejecutivo ha sido fluida en los últimos meses a raíz de las negociaciones sobre las prórrogas del estado de alarma, que la formación naranja respaldó sin excepción. A partir de ahí, los liberales fueron aproximando posturas respecto a los Presupuestos hasta convertirse en el socio elegido por el PSOE para poder sacarlos adelante. Una situación impensable hace un año. Arrimadas lo justifica en que se trata de una «situación extraordinaria» y que son las cuentas públicas más importantes de la historia de España.

Eso no impedirá que Ciudadanos intente frenar las aspiraciones del partido de Pablo Iglesias, que pretende que el proyecto presupuestario incluya una reforma fiscal y laboral. «Pedro Sánchez sabe cuáles son nuestras posiciones», señaló la dirigente liberal, que las situó en las «antípodas» de las de la formación morada. Aunque Arrimadas no esconde su preferencia a negociar a solas con Hacienda no pondrá pegas a que se sienten en la mesa miembros de Unidas Podemos. Al contrario, aprovechará esas visitas para expresarles sus propuestas y recordarles que quieren unas cuentas «moderadas y sensatas».

Donde no hay ninguna flexibilidad es en aunar a Ciudadanos y Esquerra en la misma negociación. La dirigente liberal transmitió a Sánchez que es incompatible y que tiene que elegir entre ellos y los republicanos. La intención de Ciudadanos es precisamente evitar con su participación que «los Presupuestos no se los repartan Rufián, Otegi e Iglesias en un despacho».

Arrimadas deslizó una crítica velada a la negativa del presidente del PP, Pablo Casado, a sentarse a negociar unas cuentas que considera «excepcionales» e instó al jefe de la oposición a «dejar de lado las luchas partidistas» porque «es obligación de todos llegar a acuerdos». «Se juzgará lo que hizo el Gobierno durante la pandemia -subrayó-, pero también se juzgará qué hizo la oposición».