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El giro de Ciudadanos ha causado un terremoto político en España y un polvorín dentro de la formación. Casi nadie dentro del partido sabía que la dirección llevaba tiempo negociando con los socialistas desbancar al PP en Murcia. Un movimiento sísmico con una primera réplica en Madrid ... , que se ha tomado la revancha anunciando un adelanto electoral, y que amenaza con desestabilizar otras regiones como Andalucía y Castilla y León, donde hay presentada otra moción de censura del PSOE. «Hemos hecho responsable», ha aseverado este jueves Inés Arrimadas.
Pese a las críticas dentro y fuera de las filas naranjas, la líder de Ciudadanos niega un error de cálculo y defiende haber ejecutado un movimiento arriesgado, aunque imprescindible, para la supervivencia de su proyecto político. «Voy a dormir con la conciencia tranquila porque hacer lo correcto es lo difícil», ha asegurado en una entrevista en Antena 3, donde ha insistido en que la moción de Murcia era «puntual» y no se iba a extender a otras comunidades autónomas. Fuentes del PP se muestran convencidos de que lo ocurrido forma parte de «una operación nacional» de Ciudadanos y que no se limitaba exclusivamente a esa comunidad. «Ayuso escuchó el sonido en Murcia y puso Madrid patas arribas», ha justificado Arrimadas.
Pero no piensan lo mismo algunos pesos pesados dentro del partido que desconfían del paso emprendido y exigen una explicación. El líder de Ciudadanos en Valencia, Toni Cantó, cargó contra la dirección en Twitter nada más conocer las intenciones del partido en Murcia expresando su rechazo a la moción de censura y lamentando que como miembro de la Ejecutiva no se le hubiera comunicado. «Estoy preocupado (por las consecuencias de la moción), obviamente, y por eso quiero expresarlo en el lugar donde corresponde», ha reiterado este jueves en los pasillos de Les Corts, donde ha vuelto a reclamar una reunión de la ejecutiva.
Otros dirigentes naranjas como la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, y el vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juan Marín, se apresuraron a defender sus respectivas coaliciones de gobierno. «Los madrileños están por encima de las siglas de PP y Ciudadanos», dijo Villacís. «Los andaluces pidieron un cambio el 2-D que se está produciendo y esperan que cumplamos nuestros compromisos, no que vayamos a elecciones.», aseguró, por su parte, Marín, que hace unas semanas no descartó concurrir bajo el mismo paraguas a unos futuros comicios.
El malestar en las filas liberales es palpable. «En los momentos más difíciles parece que los políticos no estamos a la altura. Cuando más necesitamos estabilidad y buena gestión, estamos dando un espectáculo», reflexionaba en un tuit, el eurodiputado liberal y presidente del Comité de Asuntos Jurídicos del Parlamento Europeo, Adrián Vázquez.
Varios dirigentes consultados creen que con este último movimiento y tras el último batacazo en las urnas catalanas Ciudadanos puede perder poder político, además de representación territorial -en Madrid, donde hay convocadas elecciones las encuestas no son nada halagüeñas para la formación liberal- . «Nos va a costar caro», insisten.
La dirección de Arrimadas pretendía una voladura controlada del Gobierno de Murcia pero la onda expansiva se ha llevado por delante la coalición de Madrid y ha roto los puentes entre la líder de Ciudadanos y Pablo Casado. «No vamos a tolerar que ningún partido ponga en duda la ejemplaridad del PP. Claramente hay un pacto con el PSOE que tendrán que explicar. He sido respetuoso con Ciudadanos, pero creo que es una irresponsabilidad que se introduzca inestabilidad política en plena pandemia», ha remarcado este jueves el líder de los populares.
Ya nadie descarta, a un lado y a otro, que en los próximo meses algunos dirigentes naranjas recorran el mismo camino que hizo Lorena Roldán antes de las elecciones en Cataluña y se pasen al PP. «Son los propios dirigentes de Ciudadanos los que están diciendo hasta aquí hemos llegado», ha afirmado el portavoz de los populares en el Senado, Javier Maroto.
Los conservadores han aprovechado la crisis política abierta por la moción de censura de Murcia y el desaguisado judicial por las elecciones en Madrid para intensificar su OPA contra Ciudadanos. El secretario general, Teodoro García Egea, abrió ayer las puertas de la formación a todos los dirigentes, militantes y simpatizantes de Ciudadanos, defraudados con su último bandazo para construir una alternativa a Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. «Hoy comienza -aseguró- un proceso de unión dentro del PP con los que no quieren ver un espectáculo como hoy».
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