La Armada paraliza el concurso de 1,8 millones para la compra del nuevo velero que usará el Rey

«Por cuestiones técnicas se suspende el plazo de presentación de ofertas», apunta de manera escueta el Ministerio de Defensa en un informe publicado el pasado 1 de septiembre en el expediente de la licitación que aparece en la Plataforma de Contratación. No hay más explicaciones.

La licitación del velero de regatas para Felipe VI, ahora paralizada, daba cuenta de la urgencia del proyecto, ya que contempla un periodo de construcción de tan solo ocho meses. El buque que iba a sustituir al Aifos iba a medir 50 pies y 4,70 metros de manga. Debía lucir un calado de tres metros, superficie vélica de 400 metros cuadrados y 8,7 toneladas de desplazamiento, además de estar dotado de motor y todo el equipamiento técnico para la navegación de competición.

El portavoz del PNV, Aitor Esteban, en una de las primeras intervenciones de su grupo en esta legislatura preguntó sobre la veracidad de las informaciones que apuntaban al intento de comprar un nuevo velero, al tiempo que pidió explicaciones sobre la titularidad de las embarcaciones que usa la Casa Real en las regatas. «¿Considera el Gobierno que debe emplearse dinero público para costear una actividad privada del Jefe del Estado?», preguntaron entre otras cuestiones los nacionalistas vascos.

Lo cierto es que el Aifos 500 no es, ni mucho menos, de uso exclusivo de Felipe VI. El velero, que es un asiduo a las regatas nacionales e internacionales, habitualmente se usa como adiestramiento de los cadetes de la Armada. Solo en verano, en las regatas de Palma y coincidiendo con la habitual estancia del jefe del Estado en Marivent, Felipe VI se pone al timón de la embarcación como capitán.

La Armada, hasta ahora, justificaba la urgencia de la sustitución del Aifos porque esta embarcación, construida en 2004 y botada en 2005, solo está logrando un nivel de competición «aceptable» gracias a las continuas modificaciones que ha venido sufriendo.

Sin embargo, en la última edición de la Copa del Rey de vela, organizada por el Real Club Náutico de Palma, el Aifos, patroneado por el Rey, se hizo con el segundo puesto en la clase ORC 1, y ello con una tripulación formada en su práctica totalidad por miembros de la Armada y del Ejército, no por profesionales de la vela.

El paralizado concurso para un nuevo velero de competición de la Armada es el segundo intento fallido de sustituir al Aifos. En 2019 se llegó a firmar un acuerdo con los reputados astilleros finlandeses Swan, que contemplaba la cesión a la Armada de un buque de alta competición, con opción de compra al tercer año, por un millón de euros. La crisis provocada por el COVID, los recortes en Defensa y la exigencia de austeridad en la Casa Real hicieron que no se ejerciera la opción de compra después de que el Rey capitaneara el Swan 50 club de la Armada en 2019 y 2021, ya que en 2020 no hubo regatas por la pandemia.