cristian reino
Barcelona
Domingo, 9 de octubre 2022, 19:32
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, nombrará este lunes a los nuevos consejeros de su nuevo gobierno, tras la salida de Junts y la ruptura del independentismo. El jefe del Ejecutivo se ha encerrado todo el fin de semana con su equipo para armar ... un nuevo gabinete, que recupera a algunas caras conocidas de la política catalana y que algunas de ellas no proceden de ERC.
Publicidad
Los nuevos consejeros, que sustituyen a los siete de Junts son Quim Nadal (Universidades), Meritxell Serret (Exteriores), Carles Campuzano (Derechos Sociales), Gemma Ubasart (Justicia), Manel Balcells (Salud), Juli Fernández (Política Territorial) y Natalia Mas (Economía y Hacienda). La toma de posesión será mañana por la mañana justo antes de la reunión del consejo de gobierno. Destaca la presencia de Serret, procesada por los hechos de octubre de 2017, huida durante años en Waterloo y que podría ser inhabilitada. Tambien sobresalen los nombres de Campuzano, que fue diputado de Convergència en el Congreso, o Quim Nadal, que fue consejero socialista durante el tripartito, aunque fue de los que rompió con el partido en la escisión de 2014 cuando salieron los socialistas más soberanistas, entre ellos Nadal. Ubasart es de la órbita de los comunes. Todos los demás son de las filas de ERC.
Aragonès ha buscado una cierta transversalidad, con algunos dirigentes ajenos a ERC, para contrarrestar la imagen de un gobierno en solitario y en clara minoría con solo 33 diputados (sobre 135). Al final, el presidente de la Generalitat ha rechazado la entrada de los comunes, que ya advierten de que el ejecutivo nace «muerto», y niega de inicio la alianza con los socialistas. Descartadas las elecciones, que son para los republicanos un «disparate», el primer dilema del nuevo Gobierno de Aragonès, que se pondrá a caminar mañana mismo, es decidir pactar los Presupuestos con los socialistas o buscar una prórroga.
Ambas opciones tienen pros y contras. Acordar con el PSC las cuentas asegura estabilidad al Ejecutivo, en un momento muy complicado por los efectos de la guerra. Pero, al mismo tiempo, tensionaría las bases de ERC y la formación republicana perdería fuerza negociadora en el Congreso de los Diputados. La presión que ejerce Esquerra a Sánchez con los presupuestos para que haya avances en la mesa de diálogo se vería muy reducida.
Prorrogar las cuentas, mientras, permitiría a los republicanos mantener la fuerza negociadora en Madrid, pero tendrían que renunciar a 3.000 millones, que es lo que se incrementan los presupuestos diseñados para el año que viene. La prórroga serviría a Aragonès para superar las municipales sin que Junts y la CUP le puedan atacar con que ya ha vuelto el tripartito.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.