Aragonès atribuye la crisis institucional a la mesa de diálogo

A su entender, la crisis institucional puede convertirse en una oportunidad para el independentismo para «seguir avanzando en la resolución del conflicto político». Es decir, se abona a la teoría del 'a río revuelto, ganancia de pescadores' e insinúa que el nacionalismo quiere emplear los cambios en la cúpula judicial para acercarse al referéndum. Por ello, ha llamado a Junts y a la CUP a volver a tejer una unidad independentista, pues entiende que es la única manera en que el secesionismo puede avanzar en un 'procés', que niega que esté acabado como afirmó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Eso sí, ha advertido a junteros y anticapitalistas que de la misma manera que persistirá en la defensa de la autodeterminación lo hará en la del diálogo. Tanto Junts como la CUP rechazan la estrategia de mano tendida de ERC y señalan que la crisis institucional lo que debe servir es para asumir que España no es reformable. «Teníamos razón, España es un estado fallido», ha aseverado el portavoz de Junts, Albert Batet.