Un antiguo escolta de Khashoggi intenta atracar un banco en Gijón con un cuchillo

El ladrón actuó con la cara únicamente tapada con la mascarilla y sin levantar la sospecha de los clientes que en esos momentos se encontraban en la oficina. Se percataron cuando los agentes, de paisano, entraron y se abalanzaron sobre él para arrebatarle el arma y proceder a su detención. «Fue todo muy rápido, yo ni me enteré de lo que había pasado, estaba con otro de los empleados y solo me di cuenta cuando vi que entraban unos hombres y se tiraban encima de uno de los clientes, casi mejor así, porque vaya susto...», comentaba uno de los testigos.

Julio S. G. fue reconocido por los empleados de la oficina. El antiguo escolta del traficante de armas saudita había concedido una entrevista a 'El Comercio' en 2017, pocos días después de la muerte del que había sido su jefe durante cinco años. Contaba él mismo entonces, paradójicamente, que uno de los primeros trabajos para el multimillonario fue «recoger a su hija Nabila, y llevarla a un banco para que hiciese un ingreso»

Este jueves utilizó un cuchillo de pequeñas dimensiones para amedrantar al empleado y obligarle a que le hiciera entrega de dinero en efectivo. El trabajador consiguió entretener al delincuente, mostrándose tranquilo y no dando muestra alguna de que ya hubiese accionado el botón de alarma.

Los agentes se encontraban patrullando muy cerca de donde se produjo el asalto, por lo que emplearon apenas tres minutos en llegar hasta la oficina bancaria. A continuación, lo hicieron otras patrullas de la Policía Nacional, avisadas por la central de alarmas del banco. Julio S. G. P., natural y residente en Gijón, fue arrestado y trasladado a un centro de salud antes de ser llevado a los calabozos de la Comisaría. La Brigada de la Policía Judicial investiga ahora si pudiera estar involucrado en otros robos. Tiene varios antecedentes, la mayoría por delitos contra el patrimonio. Está previsto que pase a disposición del juzgado de guardia.

Lleva años en paro y sin ingresos económicos. Se había visto envuelto en problemas, según él mismo comentaba ya hace cuatro años, «tras gastar mucho dinero del que había ganado cuando trabajaba como personal de seguridad» de Khashoggi, a quien defendía pese a haberse visto envuelto en numerosos procesos judiciales que le sirvieron para ser repudiado por la alta sociedad marbellí que antes lo había encumbrado.