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Cristian Reino
Barcelona
Viernes, 25 de agosto 2023, 12:40
La Asamblea Nacional Catalana (ANC), organizadora de la manifestación independentista del 11-S, vela armas de cara a la próxima Diada, que estará marcada este año por las negociaciones de los grupos secesionistas para apoyar o no la investidura de Pedro Sánchez, en caso de ... que fracase Alberto Núñez Feijóo. La ANC nació hace más de una década como lobby nacionalista y se mantiene en este papel, la de ejercer presión a las fuerzas nacionalistas. La presidenta de la ANC, Dolors Feliu, ha llamado este viernes a la movilización para el próximo 11-S. La Asamblea aboga por el bloqueo de la investidura de Pedro Sánchez y plantea la protesta de este año en la Diada como una forma de apretar a los partidos independentistas para que voten en contra de la elección del candidato socialista. Feliu, en una entrevista en la ACN, ha advertido a las dos formaciones secesionistas de que la Diada del año pasado provocó la ruptura del Govern.
La manifestación del 11-S de 2022 estuvo marcada por las críticas contra el Gobierno catalán, al que se silbó e insultó. Ni ERC ni ningún miembro del Ejecutivo catalán acudió a la manifestación, que concluyó con el discurso de Feliu: «O independencia o elecciones». Junts apreció el ambiente crispado contra los republicanos, por su apuesta por la vía pragmática, y un mes después de la Diada rompió con Pere Aragonès y salió del Govern.
Parece que este año las relaciones entre los republicanos y la ANC se han templado y la formación de Junqueras tiene previsto participar en la manifestación. Aragonès aún no ha confirmado su asistencia. Feliu le ha invitado a acudir a la protesta si su «compromiso es la con la independencia».
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La ANC fue uno de los actores del independentismo más críticos con el apoyo de ERC y Junts a la elección de Francina Armengol como presidenta del Congreso. La entidad habló de pactos de rebaja que blanquean al Estado ante la UE y que entrar en el juego de los que quieren a los catalanes como súbditos no llevará a Cataluña a la independencia. El malestar en el independentismo más radical ha regresado con el acuerdo entre ERC y Junts con Sumar y PSOE para tener grupos propios en el Congreso. Hay sectores del nacionalismo que creen que los grupos independentistas pierden credibilidad ante el electorado, pues no parece coherente llamar a la confrontación mientras pactas favores con el PSOE, que según recuerdan apoyó el 155.
El abogado de Carles Puigdemont, Gonzalo Boye, ha salido al paso de las críticas y se ha sumado a la vía pragmática estrenada por el expresidente de la Generalitat. «La gran ventaja del purismo político es que sus tesis siempre parecen acertadas», ha señalado en Twitter. «Pero lo que nunca veremos es la materialización de ese »mundo ideal«, ha añadido. »Podrá resultar atractivo y llegar a ser exitoso en la destrucción pero jamás en la construcción que ha de ir apegada a la realidad y a los materiales con los que en cada momento se cuenta«, ha rematado.
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