Nunca, en este tiempo al frente de la portavocía del PP en el Congreso, ha valorado la posibilidad de abandonar el cargo ni cree que «deba» poner ahora su puesto a disposición de Pablo Casado. Es más, Cayetana Álvarez de Toledo asegura sentirse respaldada por ... la dirección nacional del partido después de la polémica por haberse dirigido a Pablo Iglesias como «hijo de un terrorista» y entiende que si el presidente de los populares tuviera que trasladarle algo lo haría «con naturalidad»: «Tenemos opiniones no idénticas sobre todo, pero en este caso en particular yo no he recibido de él queja ni discrepancia alguna. Otra cosa es que él las pudiera tener o no tener y no haya habido ocasión de que me las expresara».
Publicidad
La interpelación de la dirigente popular en el pleno del pasado miércoles en el Congreso disgustó a sectores del PP que abogan por rebajar el nivel de confrontación. Si bien el vicepresidente segundo del Gobierno suscita su reproche político, no creen que dirigirse a él como «hijo de un terrorista» contribuya a reforzar la estrategia de los populares. Más bien, consideran que la intervención de Álvarez de Toledo «eclipsó» la ofensiva del partido contra el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por el cese del responsable de la Guardia Civil en Madrid, Diego Pérez de los Cobos.
Álvarez de Toledo, sin embargo, no ve que las críticas internas sean algo novedoso y tiene la impresión de que no serán causa de un relevo en el cargo. «Desde antes de ser nombrada portavoz, fui objeto de comentarios o idas y venidas o fuentes anónimas que unos utilizaban con sabia discreción sobre mi persona y aptitudes para el cargo. No me interesaron nada entonces esos comentarios, creo que no influyeron en mi nombramiento como portavoz, no me interesan nada ahora y no sé si influirán sobre mi continuidad o no de portavoz, pero creo que más bien no», ha sostenido en una rueda de prensa telemática.
Partidaria de que se identifiquen quienes afean su estrategia, «agradece» que el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, marcara distancias y desaconsejara «entrar al señuelo del Gobierno» y «perder los papeles». Y, del mismo modo, ha dejado constancia de su desacuerdo con el dirigente gallego: «No comparto su valoración de la situación en el Parlamento ni del debate que se produjo la semana pasada. Yo discrepo de él. Entiendo perfectamente que a él no le puedan gustar algunas intervenciones mías como estoy segura que entenderá que a mí no me gustan algunas de sus intervenciones».
Tampoco cree Álvarez de Toledo que ella tenga responsabilidad personal en la «crispación» actual. Atribuye a la moción de censura de Pedro Sánchez y a su actuación posterior las tensiones parlamentarias, la «irritación» en la «paz social, política y democrática». De hecho, considera que la máxima expresión de ese clima fue el pleno constitutivo de la Cámara baja con las fórmulas empleadas por los independentistas para jurar o prometer el cargo. No entiende que entonces no le llamara la presidenta del Congreso y ahora sí.
Publicidad
A Meritxell Batet le ha trasladado su deseo de que la expresión «hijo de un terrorista» aparezca en el diario de sesiones por ser un hecho «fáctico» que el padre de Iglesias militaba en el Frente Revolucionario Antifascista y Patriota. «¿Cómo llamarían ustedes -ha preguntado- a un militante de ETA?». De mantener la presidenta de la Cámara la alusión entre corchetes, Álvarez de Toledo tiene intención de acudir al Tribunal Constitucional.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.