Alonso rebaja la tensión con la cúpula del PP ante la indecisión sobre su candidatura

El cónclave de este jueves en Vitoria estaba pensado para que el PP vasco ofreciera una imagen de unidad y apoyo a Alonso y a su proyecto político. Pero él mismo se encargó horas antes de mostrar su lado más apaciguador. Aprovechó el pleno que se celebraba en el Parlamento autonómico para templar y que la junta extraordinaria de la tarde no se interpretara como una provocación a la cúpula nacional. Nada de elevar la tensión y conducir la polémica a un punto de no retorno en el que él llevaría las de perder.

Según sus palabras, el objetivo era transmitir a sus compañeros un «mensaje de tranquilidad y confianza» para que «no hagan caso al ruido» generado estas semanas en torno a su candidatura. Y acto seguido descartó por completo una rebelión interna y que fueran a aprovechar la reunión para designarle candidato sin esperar el visto bueno de Génova. De hecho, Alonso es consciente -así lo confesó antes del encuentro- de que la última palabra es de Casado: «Si me dice que no voy, no voy».

La falta de claridad sobre el futuro del presidente del PP vasco hace días que ha hecho anidar esta nueva controversia en las filas del partido, donde interpretan que la dirección nacional, más allá de la decisión que tome, no ha dejado de tener «dudas» sobre Alonso como opción electoral. «Si no hay confirmación es que no lo tienen claro», señaló esta semana un cargo del partido, que recuerda las diferencias entre la organización en el País Vasco y Génova prácticamente desde que Casado se impuso en las primarias contra Soraya Sáenz de Santamaría.

Fuentes de la cúpula trataron este jueves, en todo caso, de relativizar el desencuentro con la expresión, de nuevo, de su «confianza» en el actual líder del PP en Euskadi. Pero el añadido de que ese mismo respaldo es el que merecen todos los dirigentes autonómicos no ha contribuido a disipar recelos.

Casado ya recurrió a esa fórmula en la entrevista del pasado lunes en TVE. «Tanto Alfonso como Alejandro Fernández (líder del PP de Cataluña) como Alberto Núñez Feijóo tienen toda nuestra confianza. Y, además, no hay que olvidar, son los presidentes del partido a nivel autonómico», intentó zanjar el asunto. Pero nadie dedujo de esa frase que la dirección vaya a establecer el nombre de Alonso como línea roja en las negociaciones con Ciudadanos. Otras cosa es que la mayor parte de los dirigentes nacionales y del País Vasco consultados crean que ya no hay margen de maniobra para buscar un relevo y consideren, además, que ese movimiento podría abrir una crisis interna poco oportuna en vísperas de elecciones.

Ciudadanos, mientras tanto, ya ha avanzado que no tiene intención, 'a priori' de «vetar» ningún nombre. Tampoco el de Alonso. Por ahora sólo hay contactos informales, según la dirección nacional del PP, tras la oferta de Inés Arrimadas de intentar acuerdos. Y confían en que, aunque se precipiten los plazos por una posible convocatoria electoral de Urkullu estos días, las conversaciones lleguen a buen puerto.

En las últimas semanas en el PP se había especulado sobre la posiblidad de que la cúpula estuviera pensando en un candidato «reconocido» y «externo» al partido. Pero en la dirección se encogen de hombros y se agarran a que, hoy por hoy, los comicios no están convocados.