El PP activa su campaña con el reto de Cataluña y la mayoría absoluta en Madrid

Feijóo quiere hablar claro sobre «los problemas reales de la gente», expresión que empleaba su antecesor Mariano Rajoy, y «proponer soluciones». La economía, la política fiscal o el empleo se han convertido en las cuestiones troncales de la nueva dirección del PP y, al menos de momento, no prevé abordar temas más espinosos, como el debate sobre el aborto o la eutanasia. El ciclo de convenciones arrancó el pasado viernes en Barcelona hasta donde se trasladó el dirigente gallego para coger «la bandera» de la tolerancia cero contra la okupación –Cataluña concentra el 43% de las denuncias contra el allanamiento ilegal de viviendas– y desgranar sus recetas para acabar con este fenómeno.

Una cita en la que estuvo la plana mayor del partido en esta comunidad, con Alejandro Fernández a la cabeza a la espera de la celebración de un cónclave que apunta a un relevo en la dirección catalana. En Génova tienen claro que «hay que estar en Cataluña» para recuperar votantes en una comunidad en la que están prácticamente desaparecidos y que es clave de cara a las elecciones generales. Fernández logró en las últimas autonómicas sólo un 3,85% de los votos y en las generales de 2019 el 7,47%.

Aunque los populares nunca han sido del todo fuertes en Cataluña, durante los últimos diez años han pasado de lo más alto a acabar formando parte del grupo mixto, con escasa relevancia en el tablero político. El PP alcanzó su máximo en las elecciones de 2012, de la mano de Alicia Sánchez-Camacho, cuando consiguió casi medio millón de votos que le dieron un total de 19 de los 135 escaños. En este tiempo, los conservadores han perdido casi el 77% del apoyo de sus seguidores, y más del 84% de los escaños que habían conseguido en el mejor de los momentos. «Para nosotros Cataluña es un territorio prioritario. Hay que estar aquí y buscar soluciones concretas para los catalanes», insistió Feijóo durante su paso por Barcelona.

El líder del PP defendió la «política útil» de su partido frente a un PSOE al que acusó de «garantizar» la continuidad del independentismo en el Govern de Pere Aragonès tras la salida de Junts. «Somos un partido que va a defender la Constitución y el Estatut. Todos aquellos que se sientan catalanes y españoles tendrán una defensa constante y continua en esta su casa», dijo Feijóo, decidido a pescar en el caladero del cinturón rojo catalán donde el PSC arrasó en 2021 y Vox adelantó al PP por la derecha.

A falta de completar el calendario -está previsto que se celebren hasta una veintena de encuentros por todo el país-, Madrid será mañana la segunda parada de esta convención itinerante, que se centrará en los problemas de la juventud, la conciliación y el empleo. Feijóo estará acompañado por Isabel Díaz Ayuso para defender el programa del PP mano a mano.

La baronesa madrileña renunció a convocar su propia conferencia ideológica para finales de este año como anunció en mayo, en el cónclave que la entrenonizó, y cambiarla por varias jornadas para así dar un impulso a los candidatos regionales. Todo para no opacar la convención que prepara la dirección nacional para finales de 2022 o inicios de 2023 en Valencia y que servirá «de proyección para los candidatos locales que se elijan en otoño» y para intentar apuntalar las expectativas de los principales candidatos regionales.

Actualmente el PP gobierna en Andalucía, Castilla y León, Galicia, Madrid y Murcia y Galicia. Solo las dos últimas autonomías tendrán que acudir a las urnas en mayo y en Génova dan por descontado que tanto Díaz Ayuso como Fernando López Miras revalidarán sus gobiernos. En la cúpula conservadora no descartan que la presidenta madrileña siga la estela de Juanma Moreno y obtenga su primera mayoría absoluta, de la que se quedó cerca el 4-M, facilitando el cambio de ciclo que llevaría a Feijóo en volandas a la Moncloa.

Los populares ven factible también recuperar o sumar ayuntamientos grandes hoy en manos del PSOE como Móstoles o Alcorcón. Contemplan además ampliar el color azul en el mapa autonómico y ganar en la Comunidad Valenciana, Baleares, La Rioja e incluso Cantabria y Castilla-La Mancha.