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El frontal mantuvo el diseño de Guigiaro
Seat, el inicio del reinado del León

Seat, el inicio del reinado del León

En 1999 nace la primera generación del modelo compacto de la marca española, con una fuerte personalidad deportiva que hará época

Santiago de Garnica Cortezo

Sábado, 6 de marzo 2021

Corría el año 1999. Era el último del Siglo XX para muchos, aunque para otros había que esperar al 2000. En cualquier caso, con miedo o sin miedo al efecto «2000», la gente lo pasaba bien descubriendo nuevas series como «Los Soprano», «El ala oeste ... de la Casa Blanca» o «Padre de Familia». En el cine Kubrick nos dejaba la que sería su última creación, «Eyes Wide Shut», Almodovar estrenaba «Todo sobre mi madre» y «Toy Story II» nacía como una de las obras maestras de la animación. En la música se escuchaba «Baby One More Time« de Britney Spears, »I Want It That Way« de los Backstreet Boys o »Californication« de Red Hot Chili Peppers. Y en política, los territorios de la antigua Yugoeslavia seguían siendo el escenario de una espantosa guerra, los Estados Unidos estaban centrados en el juicio contra Bill Clinton por el escándalo Lewinsky, y el gobierno de España estaba presidido por José María Aznar.

Pues bien, en este panorama sucintamente descrito (cada lector podría aportar sus propias referencias) nace la primera generación del Seat León.

En 1998, se había presentado el Seat Toledo II realizado a partir de la plataforma media del Grupo VW, la misma que utilizaban los Volkswagen Golf y Bora (antes llamado Jetta), el Audi A3 y el Skoda Octavia. Era un cuatro puertas con maletero, con ya una longitud importante (de 4,44 metros). El trabajo de Giugiario se notaba tanto en el frontal como en la zaga. Este frontal contaba con dos carcasas de policarbonato tras las que se situaban los grupos ópticos. Su diseño se extendía de forma evidente hacia el centro, enmarcando la toma de aire central con forma de trapecio invertido.

El Toledo II sirvió de punto de partida para la primera generación del León

El Toledo II atrae desde el primer momento a los compradores, pero Seat tiene que ampliar su escasa gama. Desde 1986, cuando desaparece el Ronda (un derivado del Ritmo) la firma española no tenía un modelo del llamado segmento C y este Toledo II sería el punto de partida de un modelo que vendría a llenar ese vacío.

Así, un año después del Toledo II, se presenta un modelo de 4,18 centímetros de largo con carrocería de cinco puertas derivado de este. Presentación que a la prensa especializada se hace en León pues el nuevo Seat ha sido bautizado con el nombre de la ciudad nacida del campamento romano de la Legio VII, y cabeza del histórico reino del mismo nombre.

Este Seat León es, en realidad, un Toledo al que se ha cortado la zaga nada menos que 26 centímetros. Conserva del Toledo II el frontal concebido por Giugiaro, las aletas delanteras, el parabrisas y las cuatro puertas. Y a partir del montante C y toda la parte posterior, ya todo es diferente. También el techo, más abombado que el del Toledo II para empalmar mejor con la tumbada luneta posterior. En el extremo del techo había un pequeño alerón. En conjunto, las formas del León, que no dejaban de recordar a las del Alfa Romeo Alfasud de los años setenta, trasmitían una imagen deportiva que iría acompañada también a nivel de comportamiento y prestaciones: cinco de las versiones de aquella primera generación del León tendrían una velocidad máxima oficial entre 224 y 242 km/h.

La característica cola cortada, 25 centímetros menos que el Toledo

Desde su lanzamiento contaba con una completa oferta en cuanto a mecánicas: de 75 a 180 CV en gasolina, y en diésel (todos ya de inyección directa) de 65 a 110 CV. Pero esto era solo el inicio pues habrá una escalada de potencias con la incorporación de los motores de gasolina con más de 200 CV de potencia. Y en diésel del motor 1.9 TDI de 130 y 150 CV: esta última versión causó tal impacto que hubo quince mil peticiones de compra antes de que saliera a la calle, superando las posibilidades de producción del fabricante.

El León aportaba una serie de interesantes novedades en la producción nacional. Era el primer coche que ofrecía un motor de 180 CV, una trasmisión integral y, junto con el Toledo II, un cambio de seis marchas. Y en enero de 2001, gracias a la incorporación de un V6 bajo su capó, es el primer automóvil fabricado en España con un motor de seis cilindros desde el Dodge 3700, que había desaparecido en 1977.

Los deportivos FR

El León fue el primer modelo de Seat que incorporó las siglas FR, con un sabor más deportivo que los modelos convencionales. En el año 2002 aparece esta versión con el motor de gasolina 1.8 VT de 180 CV y el 1.9 TDI de 150 CV. Con cualquiera de las dos se podía optar por una tracción integral, mediante un sistema de embrague multidisco tipo Haldex que según se perdía adherencia en las ruedas delanteras trasmitía parte de la fuerza del motor a las posteriores. La velocidad punta era de 229 km/h y aceleraba de 0 a 100 km/h en 7,7 segundos. Estéticamente se distinguían por la doble salida de escape, paragolpes específicos o las carcasas plateadas de los retrovisores exteriores.

El León Cupra V6, de 204 Cv y cuatro ruedas motrices

La máxima expresión: Cupra

Pero sin duda en la cumbre de la gama hubo una variante que hizo época: el León Cupra. En realidad, debemos utilizar el plural pues fueron dos. El primero, el VR6 CUPRA 4. Ya visto desde fuera marcaba diferencias con el resto de sus hermanos, con un frontal con entradas de aire específicas, taloneras, paragolpes trasero o unas llantas de mayor tamaño. En el interior, tras acomodarnos en los asientos deportivo Recaro, se giraba la llave de contacto y despertaba su enorme corazón…, un motor atmosférico de seis cilindros en V, 4 válvulas por cilindro y una cilindrada de 2.8 litros. Estaba asociado a un cambio manual de seis relaciones y sus 204 CV pasaban al asfalto a través de una tracción integral Haldex. La frenada estaba confiada a cuatro discos ventilados, de 312 mm los delanteros. El control de estabilidad era una opción que costaba 85.000 pesetas. La suspensión (detrás un multibrazo) tenía una excelente puesta a punto, como es habitual en Seat fruto de su experiencia en competición. Las prestaciones estaban a la altura: 0 a 100 en 7,3 segundos y 235 km/h de velocidad máxima. Por cierto, que un especialista suizo elaboraba una variante de nada menos que 280 CV…

El Cupra 4 con motor VR6 no estaba solo. En el año 2002 aparece el Cupra R 1.8 20VT. Su motor es un cuatro cilindros turbo de 210 CV, 30 CV más que en el FR que empleaba la misma mecánica. Con este motor turbo y solo tracción a las ruedas delanteras (no hay versión integral), el León gasta menos que el Cupra 4 y además es más rápido: 0 a 100 en 7,1 segundos y 237 km/h de velocidad punta. Y en 2003 es actualizado en una versión de 225 CV que pasa de 0 a 100 km/h en 6,9 segundos y alcanza los 242 km/h.

En el año 2006 la primera generación del Seat León dejaba paso a la segunda, pero esa es, cargada de éxitos comerciales y en competición, otra historia.

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