El pequeño Mini y las grandes estrellas de los años sesenta

El hecho de que el Mini original fuera aceptado en la sociedad londinense en una etapa temprana se debió a un miembro de la Familia Real: Lord Snowdon. Marido de la princesa margarita, hermana de la reina Isabel, magnífico fotógrafo y amigo del padre del Mini, Alec Issigonis, fue uno de los primeros para comprar el coche. Una fotografía familiar tomada en 1965 lo muestra con la princesa y su hijo David por las calles de Londres en un Mini.

Y sin duda Lord Snowdon habría jugado un papel clave para que, un fin de semana del año 1960, Issigonis diera un paseo por el parque del castillo de Windsor a la mismísima Reina. Para el pequeño automóvil, esto fue una especie de título de caballero, el más alto de los honores reales que el propio Issigonis recibió nueve años después, convirtiéndose en Sir Alec.

En los años que siguieron, el Mini se aseguró un lugar firme en la escena de la moda, el arte y la música de «Swinging London». Su fama internacional se debió, sobre todo, al entusiasmo que generó entre todos los miembros de los Beatles. John Lennon encargó un Mini en 1964, aunque no tenía permiso de conducir. Viejas fotografías muestran a Ringo Starr con uno de los Mini Cooper S que participó en el Rally de Montecarlo de 1964, y a Paul McCartney subiéndose a su Mini privado en 1967. George Harrison, un apasionado de los coches y amigo de pilotos de fórmula 1 como Stewart, era el orgulloso propietario de un Mini, transformado por el prestigioso carrocero Radford. Cuando los Beatles se reunieron en 1967 para rodar su película para televisión «Magical Mystery Tour», en West Malling Airfield ( Kent), John Lennon también disfrutó corriendo por el aeródromo en un Mini pintado con colores psicodélicos.

El amor de músicos conocidos por el clásico Mini duró décadas, y de ninguna manera se limitó a las Islas Británicas. En 1966, fueron los Beach Boys quienes emprendieron una gira internacional con su sonido surfero, posando frente a un Mini Moke en Gran Bretaña. La imagen de los músicos californianos con esta versión playera con el nombre de la banda se extendió por todo el mundo. La banda estadounidense The Monkees alcanzó la cima de su popularidad aproximadamente al mismo tiempo. Hay una fotografía que data de este período en la que el guitarrista y cantante Michael Nesmith y su novia Phyllis miran hacia la cámara, a través del techo plegable de un Mini. Como Harrison, Nesmith tenía su propio Mini Cooper S personal fabricado por Radford. Este exclusivo y costoso ejemplar único no solo tenía un techo plegable, sino también un motor de 100 CV y un tablero de madera con instrumentos adicionales.

Además de disfrutar conduciendo el Mini, el músico nacido en Londres David Bowie quedó particularmente impresionado con su capacidad de estacionamiento. Estaba convencido que no había otro automóvil tan perfecto para moverse por ciudad. Para celebrar el 40 aniversario del original, Bowie diseñó un Mini en 1999 que reflejaba todo su entorno, como una tetera pulida de plata británica.

A veces como extra, a veces en el papel principal, el Mini ha aparecido en series de televisión y largometrajes que abarcan seis décadas. Aparece en la película de culto de 1966 «Blow Up», así como en «Kaleidoscope» del mismo año, en la que el entonces todavía desconocido Warren Beatty interpretó el papel principal. También en 1966, en la película «A Cœur Joie», protagonizada por Brigitte Bardot, vemos un Mini Cooper junto a modelos de moda. El hecho de que la estrella francesa tuviera una conexión cercana con el automóvil británico también en su vida privada se demuestra en fotografías tomadas en 1980 en las que se la puede ver acompañada de sus perros en un Mini Moke.

La serie original de televisión «The Bionic Woman», gozó de considerable popularidad tanto en los Estados Unidos como en el Reino Unido. En 1976, su protagonista, la actriz Lindsay Wagner posó en Londres frente a un Mini clásico sujeto a un marco de acero, dando la impresión de que estaba levantando el vehículo con una mano, aparentemente poseyendo poderes sobrehumanos como su personaje de la serie de televisión.

Las escenas en las que el actor británico Peter Sellers y el director Blake Edwards utilizaron el Mini clásico eran igualmente poco convencionales y divertidas. Sellers y Edwards hicieron la película «El nuevo caso del inspector Clouseau» («A Shot in the Dark» ), en 1964 como una secuela de la comedia «La pantera rosa». Como inspector Clouseau, Sellers conduce un Mini Cooper bastante inusual: una versión, también elaborada por Radford con un diseño de mimbre en los flancos de la carrocería. A lo largo de los años, Peter Sellers adquirió alrededor de una docena de vehículos Mini clásicos personalizados, incluido el que regaló a su entonces esposa Britt Ekland, como contenido de un pastel de cumpleaños de gran tamaño que se le presentó en las instalaciones de ventas de Radford, en Londres, en 1965.

Probablemente la aparición más espectacular en la pantalla grande del clásico Mini fue en la comedia de gánsteres de 1969 «The Italian Job». En esta película, el ladrón Charlie Croker interpretado por Michael Caine, planea con su banda un robo de oro en el centro de Turín. Cargan su botín en tres Mini Cooper, pintados de rojo, azul y blanco, antes de emprender una escapada impresionante a través de un túnel de alcantarillado y sobre techos y escaleras en medio del tráfico en la ciudad italiana. Treinta y cuatro años más tarde, «The Italian Job» volvería a llegar a los cines, en la nueva versión con las estrellas de Hollywood Charlize Theron, Jason Statham y Mark Wahlberg. La historia de un espectacular robo de oro se escenificó con un estilo aún más espectacular y ya con el nuevo Mini.

En el Swinging London de la década de 1960, no solo surgieron nuevos sonidos musicales, sino también rompedoras tendencias en el mundo de la moda. Y el Mini clásico siempre estuvo en el centro de la acción. La modelo Lesley Hornby, más conocida por su apodo Twiggy, pasó su examen de conducir en un Mini clásico en 1968. Mary Quant, la famosa inventora de la minifalda, también se inspiró en el clásico Mini. Poco después de obtener su licencia de conducir, ordenó un Mini negro y luego diseñó una edición especial, reconocible por sus fundas de asientos con rayas blancas y negras, entre otras cosas.

El Mini original forma parte de aquella década en que todo, absolutamente todo, cambiaría.