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Santiago de Garnica Cortezo
Viernes, 1 de septiembre 2023, 10:01
Los W108 y W109, las grandes berlinas Mercedes-Benz de 1965 a 1973, tenían una silueta tan avanzada para su momento, que enmascaran su edad. Mostrado por primera vez en el Salón del Automóvil de Frankfurt de 1965, abandonó las elevadas aletas traseras de su ... predecesor y lució un perfil más sobrio y unas proporciones más modernas. Era un diseño, firmado por Paul Bracq, que influyó en modelos posteriores, como los W116 y W126.
Hay que distinguir los modelos W108 con una suspensión de muelles, mientras que los W109 usan una suspensión neumática y generalmente equipamientos superiores. Todos los primeros modelos presentaban motores de seis cilindros en línea, denominados 250 y 300 con los sufijos S, SE y SEL.
El nuevo motor M130 era el único seis cilindros junto con los V8 disponibles a partir de finales de 1967 (al menos en Alemania, ya que las ofertas anuales en los Estados Unidos diferían), y aunque los números originalmente indicaban el tamaño del motor, en modelos posteriores diferenciaba entre W108 (280) y W109 (300).
Mercedes-Benz también fabricó coupés y convertibles con las mismas denominaciones 250 SE y 280 SE, pero estaban basados en el anterior chasis W111. Para evitar complicar aún más el tema, aquí nos quedamos con las berlinas.
Y hablando del 6.3, es la joya de la corona de la línea W109 y miembro distinguido de la familia del fabricante de Stuttgart: un ingeniero emprendedor introduce el motor de 6.3 litros de la limusina 600 (el primer V8 de la casa, por cierto), convence a su jefe para que lo convierta en un coche de producción… y nace una leyenda.
Y hablando de leyendas, ¿qué les parece si nos vamos de gira con los Rolling Stones? Bill Wyman que ahora tiene 86 años, formó parte como bajista de la formación original (hasta enero de 1993), y contribuyó a los primeros 19 álbumes de la banda, y sería incluido en el Salón de la Fama del Rock and Roll en 1989.
Bill Wyman tenía miedo de volar, lo que podría explicar su gusto, excelente por otra parte, por los coches como alternativa para desplazarse. Entre otros, sería propietario de un MGB y de un Citroën SM que condujo cuando vivía en el sur de Francia de 1971 a 1982, y lo llevaba frecuentemente a París, donde los Stones grabaron «Some Girls», «Emotional Release» y «Tattoo You». Con este espectacular Citroën SM, en dos ocasiones, acudió al Festival de Jazz de Montreux, para tocar con Muddy Waters, Buddy Guy, Junior Wells y Pinetop Perkins. y tres años después de nuevo con Muddy Waters. Y también se le pudo ver por las carreteras españolas.
Anteriormente, en 1966, adquiere, nuevo, un Mercedes 250S, uno de los pocos de volante a la derecha pues este modelo (con 75.000 unidades fabricadas) a diferencia de Alemania Occidental, América del Norte y el Sudeste Asiático, nunca fue muy habitual en las carreteras del Reino Unido.
Este Mercedes en particular fue el primero de varios que compraría. Después de que sus compañeros de banda, Mick Jagger o Brian Jones, oscurecieran las ventanas de sus Mini, Wyman hizo lo mismo y afirmó que este era el primer Mercedes en tener esta originalidad que, por cierto, le costó 350 libras, importante suma en esa época.
Se puede ver a Wyman con su 250 S de forma habitual por las calles de Londres a finales de la década de 1960, camino del distrito de Barnes donde, en el 117 de Church Road, se asentaban los míticos Olympic Studios, para grabar allí los álbumes «Beggar's Banquet» y «Let it Bleed», en el último de los cuales se crearon los famosos sencillos «Gimme Shelter» y «You Can't Always Get What You Want».
Wyman cambia el 250 S en 1971, por un coupé Mercedes-Benz, antes de volver a comprarlo por 1.000 libras al redescubrirlo 20 años después, en 1991. En ese momento, el automóvil estaba bastante deteriorado y los famosos vidrios polarizados habían desaparecido. En 1998, Wyman pagó una restauración exhaustiva por parte del especialista Tony Davey, tras lo cual el coche permaneció en sus manos hasta 2015, cuando fue subastado por Bonhams en el Festival de la Velocidad de Goodwood junto al Citroën SM, por 20.700 y 61.980 libras, respectivamente. Wyman dijo en aquella ocasión que quería que los coches fueran para personas que los amaran como él.
Ahora se va a proceder en estos días a una nueva subasta del 250 S. El automóvil viene acompañado de numerosas facturas y artículos de prensa que documentan haber pertenecido a Wyman. Mecánicamente, el coche está en un buen estado, aunque el motor de gasolina de seis cilindros en línea de 2.497 cc, precisa un repaso. El interior presenta el duradero vinilo MB Tex de la marca en color pergamino, y el exterior solo tiene algunos pequeños desperfectos.
Si queremos ponernos al volante del 250 S de Wyman, es posible que, por la relevancia de su propietario, nos pueda resultar algo caro. Pero uno igual, con un dueño menos conocido, puede ser más accesible. Ahora bien, hay que, como en la compra de todo clásico, conocer sus puntos críticos.
En cuanto a los motores, las versiones de 2,5 litros tienen fama de ser algo delicadas. Pero si encuentra un ejemplar en buen estado, aún puede invertir con confianza ya que, al ser modelos clásicos, estos coches normalmente se conducen con bastante mimo. El motor de aluminio de tres litros del 300 SE puede generar costes de reparación elevados si se daña. Los 280 S/SE y 280 SE 3.5, por otro lado, ofrecen una longevidad impresionante. Tanto las transmisiones manuales como las automáticas generalmente se consideran robustas. Una característica particularmente rara en el 300 SE/SEL es la caja de cambios manual de cinco velocidades que se ofrecía ya en 1966.
Los compradores potenciales de un W 108 deben observar atentamente la carrocería. Las reparaciones mal terminadas y los daños por óxido pueden generar costosos trabajos de restauración. Los umbrales de las puertas y la parte trasera del larguero, que forman un arco sobre el eje posterior, deben estar libres de óxido. Los agujeros en los umbrales interiores (importante siempre mirar bajo la alfombra) o en los marcos de las puertas o del capó son indicaciones de que el ataque del óxido ya está muy avanzado. Reemplazar las molduras cromadas y los guardabarros puede resultar muy costoso.
También es fundamental echar un vistazo a los bajos. Los travesaños delanteros pueden encontrarse en mal estado. La corrosión también aparece en las áreas de los pasos de rueda y alrededor de los pilares A. El óxido también puede estar en el compartimento del motor. La cavidad situada encima de los faros, por ejemplo, es una de las zonas críticas. En la parte trasera, el suelo del maletero y el hueco para la rueda de repuesto son puntos vulnerables. Si el W 108 tiene techo corredizo, hay que revisar con cuidado los bordes del mismo.
En el interior, no todos los componentes, ni todos los tejidos de tapicería, son necesariamente fáciles de reemplazar.
En cuanto a la imprescindible prueba dinámica, lo primero es comprobar si sale humo azulado por el escape: en ese caso es aconsejable probar la compresión. Y durante la conducción, vigilar el indicador de presión de aceite, que no debe bajar de 3 bar.
Y, por último, un breve consejo. Los modelos W 108 son bastante fáciles de encontrar en el mercado de coches clásicos. Pero hay que tener paciencia a la hora de buscar un buen ejemplar que, aunque cueste más, al final resultará más barato. El lado positivo es que su cotización, previsiblemente, no sufrirá cambios bruscos a medio plazo.
You can't always get what you want. And you can't always get what you want. But if you try sometimes, you just might find… cantaban los Rolling.
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