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A. Noguerol
El Barco de Ávila
Lunes, 26 de octubre 2020, 01:02
A las puertas de la estación fría, muchos conductores se preguntan si sin más convenientes los neumáticos de invierno o los de todo tiempo, especialmente ante la ausencia de legislación sobre cubiertas invernales específica en muchos países.
La respuesta a la cuestión no es ... sencilla, pero algunas de sus claves residen en comprender exactamente cuándo, dónde y cómo utilizaremos el vehículo, además de ponderar claramente nuestras expectativas a nivel prestacional, por lo que incluso dentro de España, la elección puede ser diferente según la comunidad autónoma o zona por la que circulemos con más asiduidad.
Tanto los neumáticos de invierno como los de todo tiempo comparten un nexo común en su flanco: los marcajes «M+S» o el pictograma invernal (3PMSF), que avalan el rendimiento del producto en condiciones invernales.
Los neumáticos invernales son la opción preferente si se cubren elevados klilometrajes durante la estación fría –por trabajo o placer– o si se el objetivo es el máximo rendimiento en estas condiciones meteorológicas. Por debajo de 7ºC, circunstancia habitual en otoño e invierno, las cubiertas de verano no rinden al mismo nivel que en época primaveral o estiva, mientras sus homólogas Winter empiezan a entrar en su rango de funcionamiento ideal. La clave radica en el compuesto, más blando, que rinde incluso mejor cuando el mercurio desciende por debajo de los 0ºC.
Este tipo de gomas aseguran una óptima adherencia a la calzada, tracción y frenada incluso en superficies de muy bajo grip, lo que añade un plus de confort y seguridad. Las propiedades químicas de los compuestos invernales reducen las distancias de frenada sobre mojado hasta un 15%, porcentaje que crece hasta un 50% en el caso de carreteras cubiertas de nieve –en comparación con las variantes estivas. Su banda de rodadura ayuda, además, a mejorar las prestaciones, gracias, en concreto, a su sistema de bloques, diseñado para atrapar nieve y elevar la ficción provocando el contacto directo con este elemento ('nieve sobre nieve'), evitando en consecuencia la necesidad de utilizar cadenas.
El dibujo prevé, además, amplios canales para evacuar agua de un modo rápido y eficiente en caso de lluvia, reduciendo el riesgo de aquaplaning y mejorando la seguridad de la conducción sobre asfalto mojado. Las cubiertas de invierno se distinguen por el marcaje M+S (Mud + Snow, barro y nieve) o sus diferentes variantes: M&S o M-S. A menudo viene acompañado del pictograma 3PMSF (que ilustra una montaña de tres picos con un copo de nieve).
Según los expertos de Pirelli, los neumáticos todo tiempo constituyen la elección ideal para quienes utilizan primordialmente el coche en entornos urbanos con rangos de temperatura que van de los -5ºC y los +25ºC, no buscan prestaciones deportivas y cubren menos de 25.000 km al año. Este tipo de cubiertas incorpora una banda de rodadura diseñada para lograr el mejor equilibrio entre altas y bajas temperaturas, y tanto en asfalto seco como mojado.
Su rendimiento general es bueno, como prueba su vocación versátil a nivel de usos. Es importante matizar que las gomas todo tiempo no lograrán, en ningún caso, igualar las prestaciones de sus homólogas de verano en la estación cálida o las de invierno cuando llegue el frío, si bien ofrecen un excelente compromiso en ambas situaciones.
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