Un híbrido enchufable con cerca de 80 kilómetros de autonomía eléctrica

Volvo, con su modelo XC60 acaba con esa barrera al ofrecer casi ochenta kilómetros de autonomía en su nueva versión. Un claro avance, porque en la generación anterior solo tenía 40. Un crecimiento que para los habitantes de grandes ciudades, como Madrid o Barcelona, es más que necesario.

El modelo es el más vendido de la marca sueca en el mundo (en España es el XC40) y tiene la polivalencia de tener, además de la versión híbrida enchufable, motores de gasolina y diésel.

El nuevo XC60 Recharge, combina un motor de gasolina con otro eléctrico. El eléctrico tiene una potencia de 145 CV, que actúa sobre las ruedas posteriores y el de gasolina 253 CV, que lo hace en las delanteras. La batería tiene 18,8 kWh brutos y va a alojada en el hueco del túnel central, entre los dos asientos delanteros.

Durante la prueba de conducción por tierras asturianas, el XC60 ha mostrado todas las bondades de un Volvo en lo que se refiere a su capacidad viajera. Para el conductor y para los pasajeros es como ir en un salón con ruedas.

La suspensión absorbe las irregularidades y el aislamiento interior es perfecto. Sobre zonas reviradas se muestra impecable, con un paso de curva que transmite seguridad.

La doble motorización ofrece una respuesta inmediata que permite al conductor sortear cualquier peligro que pueda aparecer en el trayecto. Los consumos, una vez agotada la reserva de la batería, son normales para un vehículo de estas características.

Hay cinco modos de conducción. El más recomendado para viajes es el Hybrid, donde el coche elige de qué motor tira en cada momento. En el modo Power siempre actúa el motor de combustión.

El Pure está recomendado para cuando estamos en zonas urbanas, ahí solo funciona en modo eléctrico. Para momentos especiales, están los modos Off-Road y Constant AWD, en los que funcionan a la vez los dos motores.