La marca apuesta por los modelos premium deportivos con series limitadas de los RS3, R8, RSQ3 e incluso Audi TT para despedir a la gama de gasolina subiendo el status y la imagen de la marca
Alex Adalid
Sevilla
Jueves, 8 de diciembre 2022, 00:20
Audi está cambiando, de una manera tan sutil que casi no nos damos cuenta, pero la marca que se popularizó en España con el Audi A3 y el Audi A4 está a pocos años de eliminar los modelos más populares de su gama y ... tiene ahora puesto el foco en modelos más grandes, deportivos y también caros, una tendencia imparable que se muestra tanto en su estrategia como en sus modelos.
Como otras marcas, Audi aún no ha decidido qué hará con su gama de gasolina conforme avance la electrificación, lo que sí es seguro es que el Audi A1 y el SUV Q2 no tendrán continuidad a pesar de su éxito, y el A3 podría transformarse en un eléctrico diferente.
En cambio en la parte alta no sólo no desaparecen modelos, sino que cada día hay más, tanto en la parte de combustión como en la eléctrica. La novedad es que no todos llevan la ecología como bandera principal, sino que muchos apuestan por el placer de conducción, y es ahí donde Audi Sport entra de lleno a modificar los mejores Audi y subirlos a otro nivel.
La gama Audi Sport se enriquece ahora con cuatro series limitadas. Apenas dedicaremos tiempo al Audi TT Iconic Edition porque es una serie que no se venderá en España, al menos de forma oficial, aunque podríamos conseguirlo con mucho empeño a través de importadores paralelos. Es en todo caso es una versión con retoques de equipamiento sobre el TTRS de 400 CV que sí podemos comprar. El motor de cinco cilindros es una maravilla, como lo es la tracción total y la caja de cambios. Este es, seguramente, el coche más efectivo que equipa esta mecánica, uno de los mejores cinco cilindros de la historia del automóvil.
RSQ3 10 aniversario
Con el mismo estupendo motor, Audi apuesta por un modelo de mayor demanda como el Audi RSQ3 10 Aniversario, una serie limitada a 555 unidades que, sin retocar el mismo motor 2.5 turbo d e 400 CV, añade llantas de 21 pulgadas y un color específico además de una dotación al máximo para ofrecerse a los clientes por unos diez mil euros más de sobreprecio, cifras que antes parecían altas pero que hoy se venden con mayor facilidad, por el crecimiento del mercado premium del automóvil.
Un R8 casi de carreras
Pero sin duda los más interesantes son el Audi R8 GT Performance Edition y el Audi RS3 Performance Edition 300, los dos con relevantes cambios técnicos que los hacen un objeto de deseo para cualquier amante de la conducción deportiva, y que van más allá de los detalles estéticos o de equipo de las ediciones del Audi TT o del RSQ3.
El R8 GT es la última serie de la segunda generación del deportivo alemán. Pocos saben que este coche es, en realidad, un Lamborghini Huracán con traje de 'Hugo Boss' en lugar de 'Armani', ya que ambos comparten mecánica, chasis, suspensiones y hasta parabrisas.
El motor no es otro que el V10 5.0 de altísimas prestaciones que se ofrecía con 570 CV y tracción trasera o 620 CV con tracción total. El nuevo GT une los ingredientes más apetecibles, porque recurre a la tracción trasera con el motor de 620 CV. Lo más novedoso es la aparición del sistema 'Torque Rear' que permite regular el diferencial trasero para poder hacer derrapes con más facilidad.
En lo estético este GT se añade el pack carbono que equipa alerón trasero, difusor, 'splitter' frontal y 'canards' laterales para canalizar mejor el aire. La caja de cambios tiene relaciones más cortas para mejorar la aceleración, de modo que se planta en 100 por hora en 3,4 segundos, las llantas son forjadas,. los frenos, carbocerámicos… todo en un coche que parece listo para competir en, por ejemplo, las 24 Horas de Nurburgring.
Nosotros no estamos en el circuito alemán, sino en el de Monteblanco, en Huelva, pero la niebla es tan intensa que el circuito tarda en abrir la pista, algo humedecida. Nos esperan tres vueltas detrás de uno de los monitores de Audi explorando a fondo las capacidades del coche. Algo que hacemos a conciencia: los toques de las levas son tan inmediatos que cada cambio de marchas se vive como uno de carreras, y el coche frena y se coloca en curva con pocas inercias y mucha más velocidad. No desconectamos todos los controles, pero sí ponemos el modo sport, que permite más movimiento en la trasera que se insinúa poco, pero imprime carácter al volante.
Audi nos deja tres vueltas 'a solas'. Sin 'perseguir' al monitor de la marca nos encontramos haciendo muy buenas trazadas en un coche que permite aprender cada paso de la conducción debido a la seguridad que es capaz de transmitir. El precio son 272.000 euros y sólo llegará una unidad a la península que ya tiene dueño, así que de nuevo llegamos tarde, momento de valorar la otra serie limitada.
El compacto más veloz
El otro modelo es el RS3 'Performance Edition', un coche que alcanza los 300 por hora y supera a sus rivales en el 'pique' que mantienen las premium alemanas por hacer el compacto más deportivo. Audi quiere ser el más veloz, y tiene un nuevo as en la manga, el modo Drift.
El RS3 edition llega con nuevas llantas, neumáticos Pirelli semi-slicks casi de competición, nuevos asientos tipo bacquet y algún que otro detalle extra. Se venderán 300 unidades a repartir entre el Sportback y el sedan según los mercados. A España llegarán diez unidades del cinco puertas con precios en torno a los cien mil euros.
En circuito demuestra que tiene lo que hay que tener para ser un gran deportivo. El motor ruge como ninguno de su clase, con un sonido a cinco cilindros que entusiasma, y una subida de vueltas brutal, el cambio es rápido y preciso, automático del tipo doble embrague y siete marchas, y en las 'pegajosas' Pirelli se meten en las curvas en un santiamén. Es un excelente coche de pista para los que no quieran meter su 'supercoche' en el circuito de forma habitual, pero quieran un tacto de coche potente con el que aprender.
Fuera del circuito es confortable, mantiene los asientos traseros, poco habituales en este tipo de ediciones y todos elementos de seguridad y confort habituales, en un cuadro de mandos que nos parece un poco abigarrado.
Probamos el modo drift con él de forma total, con un juego de ruedas nuevo a nuestra disposición y, a pesar de la tracción Quattro, el RS3 envía siempre la mitad de su potencia al eje trasero donde dos embragues, uno por rueda, se encargan de permitir los derrapajes sin fin.
No sabemos si Audi lanzará más RS de gasolina pero, si no fuera así, esta es una excelente manera de decir adiós a las versiones más deportivas de la gama, o, como dirían los alemanes 'Auf Wiedersehen'. Nos veremos con la nueva generación de Audi RS eléctricos...
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