Express, Kangoo y Trafic 2021: los comerciales de Renault suben de nivel

Los tres modelos dan un gran salto adelante en calidad percibida, especialmente en el caso de la Kangoo. Tanto en la variante Combi como en la furgón incorporan un nuevo salpicadero, que bien podría pasar por el de un turismo. Todos los modelos se dotan además de un nuevo sistema de infoentretenimiento, más ágil y con conectividad con Android Auto y Apple Car Play a través del sistema Easy Link de Renault.

En el caso de la Combi es posible encontrar ajustes bastante atractivos a la vista en el salpicadero, como un recubrimiento que imita la madera. Aunque el material que domina es el plástico duro, los ajustes son buenos. Y la pantalla de infoentretenimiento, de 8 pulgadas, muestra una buena calidad de visualización. El cuadro de instrumentación, por ahora, es analógico, aunque incorpora una pantalla central de 4,2 pulgadas. A finales de año se podrá elegir un cuadro de instrumentación digital de 7 pulgadas.

La idea que subyace con la Combi es seducir a las familias numerosas que hayan quedado desamparadas por la caída en desgracia de los monovolumen. A ellas les ofrece un buen nivel de confort de marcha, con un aislamiento que, según nos ha parecido en una breve prueba, es más que correcto. A este respecto, Renault explica que ha mejorado un 11% el espesor de los cristales lo que, junto con otras innovaciones -como el encapsulado del motor-, ha permitido reducir en hasta 8 decibelios la rumorosidad percibida dentro del habitáculo.

La gran baza del modelo es su espacio. Pocos coches pueden presumir de poder montar tres sillitas con anclaje Isofix en la segunda fila de asientos, y aún menos de tener 775 litros de maletero y hasta 3.500 litros de almacenamiento si se abaten los asientos. Cabe recordar a quién busque aún más espacio que en los próximos meses llegará una versión de batalla larga L2.

Y, de nuevo con vistas de nuevo a ocupar un nicho de mercado de turismo, Renault ha decidido dotar al modelo con un amplio abanico de sistemas de asistencia a la conducción, incluyendo frenada activa de emergencia -funciona tanto de día como de noche y ayuda a frenar el vehículo si detecta un obstáculo o un peatón- y sistema antipatinado Extended Grip, con vistas a abandonar el asfalto o rodar sobre nieve o barro con ciertas garantías.

Otro de sus puntos fuertes es su practicidad. Hay numerosos espacios de almacenamiento repartidos por el habitáculo, incluyendo un útil soporte para el teléfono móvil sobre la visera del salpicadero. También destacan las nuevas barras sobre el techo, que permiten cargar hasta 80 kilogramos sin necesidad de utilizar herramientas específicas para su ajuste.

El amplio abanico de soluciones prácticas se extienden también a la versión Furgón. La estrella en este caso es una funcionalidad que la marca denomina Ábrete Sésamo: se ha eliminado el pilar central y la puerta delantera se abre a 90 grados, para ofrecer un amplio acceso de carga lateral. Adicionalmente, el asiento delantero se puede inclinar hacia adelante, liberando un espacio de carga de 3,9 metros cúbicos, más propio de un furgón grande que de un comercial ligero. Otras soluciones innovadoras opcionales pasan por una vaca interior para insertar, por ejemplo, una escalera, o el espejo gran angular sobre el pasajero.

Además, tanto la Combi Furgón como la Express incorporan de serie una pantalla central que hace las veces de espejo retrovisor. La del Kangoo es, lógicamente, de mayor tamaño y calidad, pero en ambos modelos resulta igualmente útil, dado que la carga taparía un retrovisor convencional. En el caso de la Express, algo más pequeña (18 mm), más espartana y también 5.000 euros más barata que la Kangoo Furgón -recordemos que Renault recupera la denominación Express para dar carpetazo a la Dokker y agrupar de nuevo bajo su marca a todos los comerciales del grupo-, estará asimismo disponible una versión pick-up, modificada por un carrocero autorizado.

En el caso de los furgones Trafic Combi y SpaceClass los cambios van igualmente en la línea de dotar estéticamente de un mayor grado de calidad percibida. De paso, incorporan una pantalla central de mayores dimensiones -ocho pulgadas- y conectividad con Android Auto y Apple Car Play. Cabe recordar que, como la Kangoo, están disponibles tanto con batalla larga como corta, y asistentes de conducción como la frenada activa de emergencia o el regulador de velocidad adaptativo.

En el apartado mecánico, la Kangoo se puede elegir con tres motores diésel (75, 95 y 115CV) y un gasolina TCe de 130CV, con transmisión manual (6 velocidades) o automática EDC de doble embrague, y por cierto fabricados en España. En el caso de la Express el motor de gasolina reduce sus prestaciones a 100CV y no está disponible ni el cambio automático ni el diésel de 115CV. El motor diésel mediano, probado en las tres versiones -en una de ellas con 280 kg de carga simulada- nos ha parecido una gran elección, al ofrecer un rendimiento excelente y un consumo contenido. En los próximos meses llegará además una versión E-Tech cien por cien eléctrica, con 75 kW y una batería de 44 kWh.

Por su parte, Trafic y SpaceClass se ofrecen con un motor 2.0 BlueDCi de 110 ó 150CV, asociado a una caja manual o automática de doble embrague. Hemos podido probar brevemente la variante más briosa junto al cambio EDC, y nos ha parecido que ofrece un funcionamiento fluido y ágil.

Cabe recordar que todos los modelos están ya disponibles en los concesionarios españoles, con precios franco fábrica -antes de impuestos- desde 18.300 para la Kangoo Combi; 19.600 para la Kangoo Furgón y 14.700 para la Express. Por su parte, Trafic Combi y SpaceClass parten de 22.850 y 23.700 euros, respectivamente. Igualmente ambos precios son antes de aplicar los correspondientes impuestos de matriculación e IVA, si corresponden.