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N. Soage
Pedraza
Jueves, 8 de julio 2021, 12:36
Aterriza en el segmento compacto el nuevo Audi Q4 e-tron, un SUV 100% eléctrico cómodo para el uso diario y con una gran eficiencia. No solo impresiona por su diseño exterior musculoso y contenido, pero, sobre todo, por su nivel de habitabilidad y por ... la incorporación de soluciones pioneras en el manejo del infotainment y los sistemas de asistencia. Destaca notablemente el head-up display con realidad aumentada, que conecta el mundo virtual con el real de una manera totalmente nueva. En concreto, superpone la información de los sistemas de asistencia y los símbolos de navegación en el escenario real que el conductor tiene a su alcance de una manera perfectamente integrada. Esta información se muestra de forma dinámica en un gran campo de visión, dentro de una imagen virtual flotante, que simula estar a una distancia de aproximadamente diez metros o más del conductor, creando un efecto fascinante.
La gama ofrece tres motorizaciones, encabezadas por una variante quattro con una potencia máxima de 299 CV y una autonomía de hasta 519 km, que le permite cubrir la aceleración de 0 a 100 km/h en 6,2 segundos y alcanzar una velocidad máxima (limitada electrónicamente) de 180 km/h. Solo necesita alrededor de diez minutos para poder recorrer 130 kilómetros en condiciones ideales (WLTP). El precio del Q4 e-tron parte desde 44.460 euros, y existen otros dos motores: 170 y 204 CV. Para una mayor eficiencia, el motor delantero entra en acción solo cuando se demanda una gran capacidad de aceleración o si se necesita mucho agarre.
Cuando el Q4 e-tron está en movimiento con el cambio en la posición D (Drive) y el conductor levanta el pie del pedal del acelerador, el propulsor pasa al modo de avance por inercia. Los dos motores eléctricos, o el trasero en las versiones correspondientes, giran libremente y sin apenas consumo de energía. La prioridad en esta situación es el avance por inercia, porque resulta lo más eficiente.
Las levas de cambio en el volante -opcionales- permiten al conductor seleccionar manualmente tres niveles diferentes de retención en la posición D: desaceleración de 0,06 g, de 0,10 g y de 0,15 g. Con el MMI el conductor también puede seleccionar la retención automática. De este modo, cuando el coche entra en una zona que obliga a reducir la velocidad o alcanza a un vehículo que circula más lento, el sistema intenta reducir la velocidad recurriendo solo al avance por inercia. Si la distancia disponible es demasiado corta, pasa a modo de retención con una desaceleración máxima de 0,10 g. Para que la recuperación automática entre en acción debe estar activado el asistente predictivo de eficiencia.
Al frenar, en la mayoría de las situaciones de conducción diaria la recuperación se realiza solo con el motor PSM del eje trasero. Las versiones quattro pueden alcanzar eléctricamente una desaceleración de 0,3 g, lo que equivale a una capacidad de recuperación de hasta 145 kW. El sistema solo activa los frenos hidráulicos de las ruedas si se requiere una desaceleración mayor. La transición es casi imperceptible y la recuperación de energía permanece activa casi hasta que el vehículo se detiene. Las versiones quattro dan prioridad a la recuperación con el eje trasero, pero también utilizan el motor eléctrico delantero en algunas situaciones.
El interior de estos dos modelos SUV eléctricos compactos es espacioso y tiene un diseño minimalista, con la consola orientada al conductor. Está divida en áreas separadas e integra dos pantallas que, además de funcionales, se presentan como elementos de diseño. También es totalmente nuevo el volante, con sus superficies táctiles que sirven al conductor para controlar la instrumentación digital. El sistema de infotainment y la navegación se manejan principalmente desde la pantalla táctil central del MMI, que a finales de año estará disponible en una versión con un tamaño de 11,6 pulgadas. La tercera interfaz operativa es el sistema de control de voz con reconocimiento de lenguaje natural.
La habitabilidad es comparable a la de un SUV de gran tamaño, dado que no hay túnel central. La sensación de amplitud no se limita solo a los asientos delanteros; también en la parte trasera los ocupantes disfrutan de un generoso espacio para las piernas, gracias a las ventajas que aporta la plataforma MEB, diseñada para vehículos eléctricos. En lo que respecta a los huecos portaobjetos del interior, los modelos Q4 e-tron destacan por un volumen de almacenamiento total cercano a los 25 litros. En este apartado, los espacios para guardar botellas, integrados en la sección superior de las puertas, son otro aspecto destacable: dan cabida a botellas de hasta 1 litro, que quedan al alcance del usuario.
El maletero también ofrece más espacio del habitual entre los SUV compactos, con cifras propias del segmento superior: dependiendo de la posición de los respaldos traseros, el volumen se sitúa entre 520 y 1.490 litros. Asimismo, ambos modelos pueden remolcar hasta 1.000 kilogramos (con freno y hasta una inclinación del 12%); las versiones quattro elevan esta cifra hasta 1.200 kilogramos.
Entre la dotación de serie destacan el asistente de eficiencia predictiva, que ayuda a conducir con anticipación para optimizar el consumo de energía. Los sistemas opcionales, igual que muchos otros elementos de equipamiento, se agrupan en paquetes. El sistema más destacado aquí es el asistente de conducción adaptativo, que ayuda al conductor con el guiado longitudinal y lateral del coche a cualquier velocidad. Las cámaras de entorno son de gran ayuda cuando se conduce por la ciudad y, especialmente, al aparcar.
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