Canal Motor y Patxi Fernández
Martes, 2 de abril 2024, 01:50
Han pasado 75 años desde que Carlo Abarth, piloto intrépido e ingeniero de vocación, apretara el primer tornillo de lo que hoy es la enseña deportiva del grupo FCA.
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Conocida en sus orígenes por sus numerosos récords -el propio Carlo Abarth batió el cuarto de ... milla en 1965 a bordo de su Abarth 1000 monoposto en 1965, tras adelgazar 30 kilos a base de comer únicamente manzanas solo para poder entrar-, ha registrado crecimientos de ventas sostenidos desde su relanzamiento como marca independiente, en 2008.
En su 75 aniversario, Abarth hace un regalo especial a su comunidad y revela tres imágenes inéditas del Nuevo Abarth 600e Scorpionissima: el Abarth más potente de la historia, equipado con 240 CV, diferencial mecánico de deslizamiento limitado y contenidos de competición.
Atractivo es la definición perfecta para los interiores del Nuevo Abarth 600e Scorpionissima: el salpicadero enriquecido con gráficos Abarth, el patrón exclusivo y un ambiente oscuro son algunas de las características del misterioso habitáculo embellecido con detalles como el amenazador Escorpión en el volante o las costuras de color.
El alma racing del Abarth 600e Scorpionissima se expresa mediante asientos específicos de inspiración racing y un volante deportivo con inserciones de cuero y Alcantara, que realzan la frescura y deportividad del coche. El diseño interior también cuenta con la cubierta del cojín del túnel para un espacio de almacenamiento extra en el habitáculo, la luz ambiental para enfatizar los enigmáticos interiores y una radio NAV de 10 pulgadas para maximizar el entretenimiento durante la vida a bordo.
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El sistema de infoentretenimiento con gráficos específicos de Abarth ofrece al conductor páginas de medición de prestaciones y una sección dedicada para activar y desactivar fácilmente el inconfundible sonido de Abarth proporcionado por el Sound Generator: estas características confieren singularidad a este agresivo vehículo en términos de conectividad y placer de la conducción.
Carlo Abarth (1908-1979) fundó Abarth & C. el 31 de marzo de 1949, estableciendo una auténtica leyenda de estilo y prestaciones expresados a través de coches.
La leyenda de la marca con el emblema del Escorpión comenzó el 31 de marzo de 1949 cuando Carlo Abarth (1908-1979) fundó Abarth & C. junto con el piloto Guido Scagliarini. Su primer coche fue el 204 A derivado del Fiat 1100. Llamó la atención el 10 de abril de 1950 cuando Tazio Nuvolari ganó su última carrera, la Palermo-Monte Pellegrino. Desde entonces, la historia de Abarth ha estado llena de récords de carreras e industriales, siempre con el espíritu del fundador combinando prestaciones máximas, cuidado artesanal y perfeccionamiento técnico constante.
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La carrera de Carlo Abarth comenzó con las motocicletas, no con los coches. A la edad de veinte años, acumuló sus primeras victorias como piloto en una Motor Thun y al año siguiente construyó su primera moto personalizada bajo la marca Abarth. Desafortunadamente, durante una carrera en Linz, un accidente lo obligó a abandonar las motos. Siguió compitiendo en sidecar, un vehículo que él hizo famoso debido a sus grandes hazañas, como la carrera contra el tren Orient Express, que por supuesto ganó. Un segundo grave accidente en 1939 lo obligó a abandonar por completo las carreras.
Esto marcó un nuevo comienzo para Carlo Abarth. En 1945, se mudó a Merano y se convirtió en ciudadano italiano a todos los efectos. Luego, después de una breve experiencia en Cisitalia, fundó Abarth & C. en 1949 y tuvo la intuición de complementar las actividades de carreras con la producción de sus famosos kits de transformación para vehículos de producción en masa, aumentando su potencia, velocidad y aceleración. Los componentes a destacar del kit eran los tubos de escape que, con el paso de los años, se han convertido en un auténtico icono del «estilo Abarth». En el espacio de unos pocos años, Abarth & C. se globalizó. En 1962 produjo 257.000 tubos de escape, el 65 % de los cuales estaba destinado a los mercados de exportación.
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Su máximo apogeo llegó a finales de los años cincuenta y en los sesenta. Con un Fiat Abarth 750 diseñado por Bertone en 1956, la marca batió el récord de resistencia y velocidad. El 18 de junio, en el circuito de Monza, batió el récord de 24 horas cubriendo 3.743 km a una velocidad media de 155 km/h. Luego, del 27 al 29 de junio en el mismo circuito, acumuló varios récords: los 5.000 y 10.000 km, las 5.000 millas y también las 48 y 72 horas. El mismo vehículo fue diseñado por Zagato en dos versiones diferentes: el Fiat Abarth 750 Zagato (1956) y el Fiat Abarth 750 GT Zagato (1956). La fama del automóvil llegó a oídos de Franklin Delano Roosevelt Jr., hijo del presidente de los EE. UU., quien partió de inmediato hacia Italia para firmar personalmente un contrato de exclusividad con Abarth para la distribución de estos vehículos.
En 1958, Abarth completó una verdadera obra de arte con el nuevo Fiat 500, transformando completamente el pequeño vehículo utilitario y mejorando su potencial al máximo. Ese mismo año, la marca intensificó su colaboración con Fiat, ya que Fiat se comprometió a otorgar los premios en metálico a Abarth dependiendo del número de victorias y récords que el equipo lograra obtener.
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Lo que sentó las bases de la impresionante racha ganadora que estaba por venir: 10 récords mundiales, 133 récords internacionales, más de 10.000 victorias en circuito. La leyenda continuó creciendo más y más, convirtiéndose en un nombre muy conocido. La década de los sesenta fue la década de oro para Abarth. «Abarth» se convirtió en sinónimo de velocidad, valor, prestaciones y desarrollo. Y la lista de vehículos que grabaron el nombre de Abarth en la historia del automovilismo es larga: desde el 850 TC, que salió victorioso en todos los circuitos internacionales, incluido Nürburgring, hasta el Fiat Abarth 1000 Berlina y el 2300 S que obtuvieron una serie extraordinaria de récords en el circuito de Monza a pesar de las duras condiciones climáticas.
En 1971, Abarth pasó a ser de propiedad exclusiva del Grupo Fiat y la leyenda continuó con el Fiat 124 Abarth, ganador del título europeo de 1972 y 1975, el 131 Abarth campeón mundial de rally en 1977, 1978 y 1980, y el Ritmo Abarth. Lamentablemente, Carlo Abarth falleció el 24 de octubre de 1979, bajo el signo del Escorpión, al igual que en su nacimiento, que inspiró el emblema que lucen sus vehículos.
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