Los seis coches eléctricos más baratos a la venta en España

Este plan cuenta con un presupuesto inicial de 400 millones de euros, aunque se podrá ampliar a 800 si la demanda aumenta. Una de las grandes novedades de este plan, con respecto al anterior, es que incluye un 10% adicional a las ayudas a empadronados de municipios con menos de 5.000 habitantes, personas con discapacidad por movilidad reducida o uso de taxi y VTC.

Las ayudas más importantes se concentran en la compra de furgonetas eléctricas, con una subvención de hasta 9.000 euros en el caso de que se achatarre un vehículo antiguo, o con 7.000 euros en el caso de que no lo haga.

Para aquellos que adquieran un coche eléctrico tendrán ayudas de hasta 7.000 euros –1.300 para motocicletas eléctricas– solo si se achatarra el coche antiguo. En caso de no hacerlo, las ayudas serán de hasta 4.500 euros.

Con estas cantidades, y teniendo en cuenta los modelos que actualmente están a la venta en España, los expertos de Autocasión nos han facilitado la lista de los seis coches eléctricos más accesibles, que son los siguientes:

Dacia Spring (10.350 €): el único crossover de la lista eroga 45 CV de potencia y homologa 230 km de autonomía.

Invicta Electric D2S (10.495 €): 49 CV y 150 km de autonomía para el modelo más pequeño de los cinco.

SEAT Mii Electric (14.300 €): el español hace gala de 83 CV y 200 km de autonomía reales.

Renault Twingo ZE (14.730 €): 82 CV y 190 km de autonomía teórica para el rival más directo del Mii.

Fiat 500e (16.900 €): la versión de acceso del eléctrico más glamuroso ofrece 95 CV y 180 km de autonomía.

Smart EQ fortwo (17.450 €): si dais prioridad al aparcamiento, el Smart es con diferencia el más corto de todos.

Los principales fabricantes aseguran que el sobreprecio de un eléctrico se compensa con el uso, es necesario hacer muchos cálculos para comprobar si realmente nos conviene un coche 100% eléctrico, si debemos apostar por un híbrido enchufable, un híbrido convencional, 'Mild Hybrid', o directamente somos usuarios fieles a la carburación convencional.

La comparación de los costes totales de utilización de distintos tipos de coches realizada por la OCU y la Fundación Europea del Clima concluye que actualmente usar un coche eléctrico es lo que sale más barato si aprovechamos la ayuda del Plan Moves III.

Para estimar el coste total de uso la organización de consumidores ha tenido en cuenta el precio de compra, el de reventa, el gasto de combustible o electricidad, los seguros, los impuestos y los gastos de mantenimiento.

Así, según sus cálculos para un vehículo compacto de gama media comprado nuevo y vendido a los 11 años, que recorre unos 14.500 km al año, el coste total del coche eléctrico suma 56.000 euros en 11 años de uso, frente a los 65.000 euros de un compacto con motor de gasolina. Es decir, supone un ahorro de 9.000 euros recargando el coche con la tarifa eléctrica normal (4 €/100 km) o de 13.000 euros si se recarga con la tarifa nocturna reducida (1,6 €/100 km). Y puede alcanzar los 15.500 euros si además te beneficias de la máxima ayuda del Plan Moves III (7.000 euros por entregar un coche para achatarrar).

La OCU destaca que también los híbridos gasolina/eléctricos aventajan ya a los coches de gasolina (a diferencia de lo que ocurría en 2018) y se sitúan bastante próximos a los coches diésel. Este avance se debe, sobre todo, a la mayor oferta de modelos y los precios de compra más bajos.

Los híbridos enchufables resultan de momento caros a la hora de comprarlos, por lo que solo compensan si se conducen la mayor parte del tiempo en modo eléctrico, ya que el bajo coste de la electricidad comparado con el de la gasolina los convierte en muy competitivos.

Los coches de gasolina y los bifuel gasolina/GLP resultan de los más caros, aunque utilizar un coche de pila de hidrógeno cuesta todavía más, con un coste de uso que supera los 80.000 euros. Solo hay a la venta un par de modelos de coches de hidrógeno y su elevado precio de venta no les permite competir aún. Además, prácticamente no hay lugares donde repostar lo que a día de hoy lo convierte en una alternativa inviable. Sin embargo, se estima que en 2030 el coste total de uso del coche de hidrógeno será similar al de conducir un vehículo híbrido o híbrido enchufable.