Seat confirma que planea un eléctrico por debajo de Cupra

El consejero delegado de Seat y Cupra, Wayne Griffiths, afirmó recientemente en declaraciones a la revista especializada inglesa Autocar que «su prioridad es la rentabilidad» y que el grupo se centraría en Cupra de momento, pues obtiene mejores márgenes con los deportivos.

La semana pasada, Cupra presentó la siguiente generación de sus dos principales modelos de volumen, el León y el Formentor.

En 2023, el beneficio neto de Seat fue de 625 millones de euros. A estos, Cupra contribuyó a la mitad de la facturación y sus ventas hicieron que los márgenes operativos subieran a un 4,4%.

En palabras de Griffiths, el momento de Seat volverá cuando la electrificación llegue a segmentos más asequibles y haya demanda para estos productos. «La pregunta de los 20.000 realmente es ¿cuándo necesita Seat ser la respuesta?».

A finales de marzo, la marca presentó las actualizaciones estéticas de sus dos modelos más populares: el Ibiza y el Arona. Para el directivo es importante subrayar que el Grupo Volkswagen sigue invirtiendo en productos de la marca de Martorell.

De momento, «los modelos Cupra y Seat convivirán en armonía durante los próximos cinco años, dado que sus gamas no interfieren entre sí». Los próximos lanzamientos del grupo serán exclusivamente Cupra y no habrá ningún modelo que lleve ambos emblemas.

«Existe espacio para ambas marcas sin excluir a la otra», afirmó Griffiths, «pero a veces se tiene que priorizar para salvar a la empresa, los trabajadores y el futuro». Desde el Grupo Volkswagen insisten en que Cupra no forma parte del segmento premium –aquí ya tienen a Audi y Porsche–, sino que se encuentra por encima del mercado generalista.

El modelo de acceso a Cupra será el Raval, que se fabricará en Martorell a partir de 2026. Este modelo usará la misma plataforma modular MEB que el Volkswagen ID2 y el Skoda Epiq (todos «made in Spain»), y se estima que su precio esté entre los 25.000 y 30.000 euros.