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Así son las pruebas de tortura a las que se somete un coche eléctrico

Desde lavados de coche extremos hasta carreteras de tierra, el equipo de Ford utilizó una serie de métodos para testar al Mustang Mach-E a través de pruebas diseñadas para estresarlo más allá del uso típico de los consumidores

S. M.

Madrid

Lunes, 16 de agosto 2021, 00:53

Ford ha estado poniendo sus 118 años de experiencia en pruebas de tortura para coches, ya que su objetivo es demostrar cómo de duraderos pueden ser los vehículos eléctricos. Desde lavados de coche extremos o pulverizadores eléctricos hasta culatas robóticas y carreteras de ... grava afiladas, un equipo de ingenieros de Ford sometió al Mustang Mach-E a pruebas de tortura diseñadas para estresarlo más allá del uso típico de los consumidores.

Alrededor del trece por ciento de los europeos no están seguros de si los vehículos eléctricos pueden mojarse mientras se conducen bajo la lluvia, y mucho menos de ser capaces de pasar por un lavado de coches completo. Ford sometió a su Mustang Mach-E a 60 pasos sin espuma por un lavado automático con pulverizadores, cepillos y secadores: el equivalente de un lavado cada dos semanas durante más de dos años.

Para ayudar a probar contra fugas y otros daños externos que podrían ser causados por el agua, el equipo de Ford salpicó los marcos de las puertas, adornos, carenado, insignias, faros, luces traseras y adhesivos del Mustang Mach-E con un pulverizador de agua de alta presión. El pulverizador es capaz de presiones de hasta 1.700 PSI y una temperatura de 60 grados Celsius y se pulveriza a una distancia de aproximadamente un pie del exterior del vehículo. Ese tipo de presión puede eliminar las manchas de aceite de las calzadas cuando se usa con detergentes.

Ford ha probado casi cualquier cosa que un cliente podría hacer con sus asientos, especialmente con su «trasero»: los ingenieros de Ford estudiaron diferentes cargas de peso en los asientos utilizando una amplia gama de tipos de cuerpo humano. El equipo hizo esto programando una forma robótica de «trasero» o «robutt» (haciendo un juego de palabras en inglés entre robot y trasero, que se escribe 'butt') para simular que una persona entra y sale de su Mustang Mach-E al menos 25.000 veces.

También probaron ampliamente el material del asiento ActiveX del vehículo para soportar el uso diario y el abuso. Esto incluyó pruebas químicas para garantizar que productos como el desinfectante de manos no deteriora el material, pruebas de abrasión para asegurar que el acabado se mantiene después de simular un ciclo de uso de 10 años, y flexión del material del asiento 100.000 veces para evaluar su resistencia al agrietamiento.

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