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Santiago de Garnica
Viernes, 24 de marzo 2023, 23:32
Rocío Laura Espinosa López- Cepero, Laura Valenzuela. En España, una pionera de la televisión, hasta el punto de que fue la primera presentadora que tuvo TVE. También la del Festival de Eurovisión de 1969 o del inolvidable Galas del Sábado junto al citado Joaquín ... Prat. Una figura presente en muchos hogares, y las marcas eran conscientes de ello: esto de los «Influencers», ya ven que, salvo el nombre de marras, no es nada nuevo.
Y entre esas marcas, la Sociedad Española de Automóviles de Turismo, SEAT, como es natural, apostó por la actriz y presentadora.
Rebuscando en el archivo de la marca, nos encontramos con varios testimonios de esta asociación En el número 31 de «SEAT, Revista de Empresa» (publicada en las fiestas navideñas de 1968) aparece la publicación de la presentación del Seat 1500 versión 1969, el famoso «bifaro», realizada en la sede de la marca en Madrid. Allí se cuenta que actuaron como presentadores «…los popularísimos Laura Valenzuela y Joaquín Prat». Ambos protagonizaron una breve película sobre la nueva berlina: «El film había sido más explícito que una larga disertación técnica, que, por otra parte, estaba preparada para quien la quisiera solicitar», cuenta la crónica.
Y dentro del mismo número, se recoge una entrevista donde (recordemos que 1968 fue el año de la presentación del 124) se pregunta al presentador
— Joaquín ¿Qué tal tu nuevo 124?
— Sólo lo tengo desde hace quince días. Hasta ahora estupendo. Pero, en fin, vosotros sabéis mejor que yo la clase del coche.
— ¿Por qué el 124?
— A mi mujer le gustaba y a mí también. Yo, de mecánica no tengo idea, pero el coche es amplio y elegante, y, ¿cómo te diría? a nosotros nos viene muy bien.
Laura acaba de ultimar unos detalles sobre el próximo número (estamos en un descanso del rodaje en el célebre estudio 1 de «Galas del sábado). Se nos acerca.
— Hablábamos de coches, Laura...
Laura Valenzuela interrumpe.
— Bueno, no es que yo envidie el 124 de Joaquín. Pero si a SEAT se le ocurriera decirle a los Reyes que me regalaran uno…
En la primavera de 1969, aparece el 1430, justamente un año después del 124 con el que comparte plataforma, carrocería y mecánica, si bien esta última ve incrementada su cilindrada en un 20%. pasaba de 1.197 a 1.438 cc, y la potencia sube de 65 a 75 CV. Además, las diferencias de diseño, sobre todo el frontal con cuatro faros cuadrados en lugar de los dos redondos, así como el interior, le daban otro aire. Y el comportamiento también suponía un salto cualitativo importante gracias a un tren posterior más ligero y mejor guiado, y la incorporación de neumáticos radiales.
Y en la revista de la marca se recogía la presentación oficial del nuevo modelo: «Varios centenares de invitados, entre los que se contaban numerosas personalidades, asistieron al simpático acto en el que Laura Valenzuela hizo lucir una vez más su gracia personal al mostrar detenidamente el nuevo coche, con sus finos comentarios y su traducción de las características del vehículo al idioma con que la mujer suele tratar los temas mecánicos. Laura cedió después el turno a una voz en «off» -la de Matías Prats- que, ahora ya en serio, explicó a los circunstantes las características del coche, sus cualidades técnicas, y las prestaciones de que es capaz».
En septiembre de 1971, Laura Valenzuela, en el número 56 de la revista «SEAT» es entrevistada:
—Laura Valenzuela dijo muchas y muy bonitas, cosas del 1430 cuando apareció este modelo, que ella presentó en público ¿Las sigues creyendo?
—Sí, claro. Es un coche cómodo, ¿no? Y elegante.
A Laura Valenzuela, la mecánica le dice muy poco. Pero tiene kilómetros en su haber.
—El 1430 es bonito por dentro y por fuera...
—¿Y aparte de bonito?
—Es confortable y rápido, ¿no?
—Bueno, tú eres la que opina.
—Se conduce de maravilla y esto es importante para la mujer.
—¿No es demasiado rápido, precisamente, para la mujer?
—Creo que es cuestión de prudencia. Yo pienso que cuanta más fuerza tenga el coche, mejor se puede dominar y, por tanto, conducir.
«Laura Valenzuela es de una lógica sencilla. Hablando de coches, tiene esa misma inteligente actitud que la lleva a decir lo justo, casi lo exacto, cuando tan difícil es mantenerse entre la justicia y la exactitud», comenta el entrevistador que continúa con una nueva pregunta:
—Con la mujer, aunque la mujer sea en este caso tan cualificada como Laura Valenzuela, es casi inevitable la pregunta tópica. Como conductora, todavía hay quien piensa que la mujer, aun en el mejor de los casos, sólo es regular.
—Creo que a estas alturas ya no se puede generalizar acerca de la mujer conductora. Las hay, como ocurre con los hombres, buenas y malas conductoras. A la mujer, por otra parte, aunque le guste la velocidad, no suele, cuando ella conduce, excederse. También pienso que la mujer está cada día más habituada al automóvil. Hoy la mujer puede llevar un coche grande igual que un hombre.
—¿Un coche como el 1430?
—¡Por supuesto!
Bueno, unas líneas antes era Joaquín Prat el que contestaba a las preguntas del periodista, y en un momento de la entrevista habla sobre las prestaciones del 1430 de una forma que en la actualidad crearía un escándalo en las redes sociales:
—Yo he alcanzado los ciento cuarenta y cinco kilómetros por hora. Pero el coche está prácticamente en rodaje.
Y a esto el entrevistador añadía unas líneas que no tienen desperdicio: «A Joaquín Prat no le gusta correr ni le deja de gustar. Joaquín Prat, con ese equilibrio que le caracteriza, no es un loco de la velocidad; pero si hay que correr, se corre y en paz…»
Bajo el título «Velocidad a todo confort», una producción No-Do para «Cine-Seat» (con guion y producción de José Ochoa), Laura Valenzuela, y como compañero de reparto en este caso nada menos que el piloto Jorge de Bagration, realizaría también una película de promoción del 1430 que es otra curiosidad para no perderse.
Testimonios de una época que hay que ver en su contexto y que traemos a estas líneas para recordar la figura de Laura Valenzuela, todo un símbolo en una sociedad, como la española, en la que también el automóvil empezaba a jugar un importante papel.
Hoy, todos los españoles que vivieron aquella época, lamentan la pérdida de esa mujer especial, que maravilló a todos, no solo por su belleza, sino por su buen hacer. Podía presentar lo más cómico, pero también lo más serio. Se desenvolvía en varios idiomas… Quienes por entonces accedían al bautismo del volante, también la recuerdan acompañando la llegada de aquellos modelos de los años 60, que encandilaban desde las páginas de las revistas del motor de entonces, y desde la pantalla de la incipiente televisión.
Laura Valenzuela y los SEAT… ¿Qué más se puede decir? Toda una época que marcó muchas vidas.
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