Volkswagen afirma que la escasez de chips se alargará hasta 2024

A pesar de los parones que supusieron en las fábricas, la producción global aumentó un 3% en 2021, según datos de la Organización Internacional de Fabricantes de Vehículos (OICA), hasta llegar a los 57.054.295 turismos. Las plantas más afectadas fueron las de América y Europa y, por lo tanto, estas marcas.

Los que redujeron sus ventas fueron Volkswagen, un 7% menos (8,8 millones de unidades); General Motors, un 8% menos (6,29 millones); Honda, un 6% menos (4,12 millones); Ford, un 6% menos (3,9 millones); Renault, un 4% menos (2,69 millones), y Mercedes-Benz, un 5% menos (2,3 millones).

Sin embargo, al sumar los beneficios operativos de las principales compañías se alcanza un total de 134.241 millones de euros, un 168% más que en 2020. Esto se debe a que la escasez de chips les permitió enfocarse en modelos más rentables. Por ponerlo en perspectiva, Porsche alcanzó un margen operativo del 16,5%

Todas las marcas anhelan la vuelta a la normalidad de sus cadenas, para poder aplicar los cambios provocados por la escasez de chips al volumen, pero aún es difícil saber cuándo será. Para la consultora Bain & Company, los sectores industriales lo harán a finales de 2022 y principios de 2023, ya que dependen de las obleas de 8 y 12 pulgadas.

Los sectores más afectados serán los de las telecomunicaciones, servidores, ordenadores y videojuegos, ya que usan los semiconductores más avanzados, basados en chips con sustratos avanzados. Según la compañía, los proveedores de estos componentes no tienen los recursos necesarios para construir más fábricas para abastecer la demanda.

La dependencia de los fabricantes asiáticos ha llevado a la Comisión Europea y a EEUU a pasar ambiciosas Leyes de Chips que potencien sus industrias. En el caso del Viejo Continente, el presupuesto previsto es de 43.000 millones entre inversión pública y privada. En España, el Gobierno anunció un Perte de Semiconductores que contaría con 11.000 millones.

Pero Volkswagen considera que los cuellos de botella de los chips se alargarán más aún, incluso llegando hasta 2024. Así lo puso de manifiesto su director financiero, Arno Antlitz, en una entrevista con la publicación alemana 'Boersen Zeitung'.

«En 2022 existe una carencia estructural de oferta, que se irá mejorando progresivamente en 2023, pero sus efectos seguirán siendo notables en 2024», declaró. El consejero delegado de BMW, Oliver Zipse, también hizo eco de esta postura, afirmando que «la industria se encuentra en la cúspide de la escasez, y en 2023 seguirá habiendo carencias fundamentales».