Ford acuerda provisionalmente subir un 25% sus salarios para detener las huelgas

La principal medida de presión que llevó a cabo el sindicato mayoritario, United Auto Workers (UAW), fue la huelga que afectó a las plantas más lucrativas del fabricante,como la de Louisville (Kentucky), que genera unos ingresos anuales de 25.000 millones de dólares, entre otras.

Las condiciones del acuerdo se explicaron en un vídeo por parte del presidente de UAW, Shawn Fain, junto con el vicepresidente internacional, Chuck Browning la noche del miércoles 25. El fin de la huelga se producirá cuando se firme el acuerdo definitivo, que se prevé que se ratifique el 29 de octubre.

«Juntos estamos cambiando el futuro de la clase trabajadora de este país», afirmó Fain. «Ford ha puesto un 50% más sobre la mesa que cuando nos retiramos. Este acuerdo nos pone en un nuevo camino para hacer las cosas bien en los 'Big Three' y en toda la industria del automóvil».

Según Browning, «cada año de este acuerdo es más valioso que todo el convenio colectivo anterior». Los trabajadores en las menores franjas salariales mejorarán sus condiciones en un 85% en cuanto se ratifique el contrato, y algunos de los temporales verán incrementos del 150%.

«En los próximos cuatro años y medio, los incrementos salariales serán mayores que los que hemos visto en el acumulado de los últimos 22», sentenció el vicepresidente.

Además de las mejoras en la retribución, los trabajadores de Ford cambiarán sus categorías salariales, permitiendo pasar en tres años –un año antes– a la franja mejor pagada.

El acuerdo ha sido aplaudido por el propio presidente de EEUU, Joe Biden. «Este acuerdo demuestra cómo la negociación colectiva funciona, permitiendo a los trabajadores que se sienten en la mesa de negociación y mejoren sus condiciones mientras contribuyen al éxito de sus empresas. La clase media construyó América y los sindicatos construyeron la clase media», afirmó en un comunicado.

A pesar del acuerdo con Ford, UAW sigue con la huelga en Stellantis y General Motors, a las que se han sumado 14.000 empleados de cada una. El martes pasado, GM afirmó que las protestas le habían supuesto pérdidas en torno a los 800 millones de dólares de dólares y rebajó un 7% sus previsiones financieras para 2023.

En el vídeo del acuerdo tentativo, Browning afirmó que volver a trabajar en las plantas de Ford aumentaría la presión en sus rivales de Detroit: «Lo último que quieren es ver cómo regresan a su capacidad total mientras ellos pierden el tiempo y se quedan atrás».