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Patxi Fernández
Miércoles, 17 de abril 2024, 14:12
El Automobile Barcelona de 2023 fue testigo del resurgir de EBRO. La legendaria marca de vehículos industriales y agrícolas, que pronto cumplirá el 70 aniversario de su fundación (1954), vuelve a fabricar coches gracias a la creación de una joint venture con participación mayoritaria de ... EBRO y la china Chery para producir vehículos Omoda y EBRO en la Zona Franca. La firma EBRO operó en España hasta 1987, por lo que después de 37 años vuelve a las carreteras.
Una Pick-up 100% eléctrica, prevista para el cuarto trimestre de 2024, será el primero de los vehículos con los que se podrá celebrar el regreso a la actividad como fábrica de coches de las antiguas instalaciones de Nissan, y al mismo tiempo, del resurgir de la marca.
Será el primer vehículo que EBRO produzca en serie en la fábrica D-Hub de Zona Franca (Barcelona) y supone toda una novedad en el sector de la automoción en Europa.
Las instalaciones de Zona Franca son herederas de la planta inaugurada por Ford en Cádiz en 1919, que se trasladaría a Barcelona en 1923. Nacionalizada tras la Guerra Civil, pasó a manos de Motor Ibérica, que en 1976 trasladó la producción de la Avenida Icaria a su emplazamiento actual.
En 1977 Motor Ibérica tenía 11.000 empleados en 20 factorías repartidas en 13 provincias españolas, pero en 1979 Nissan compra las acciones de Massey Ferguson y comienza a fabricarse el Nissan Patrol y Vanette.
La historia de la marca Nissan en España se inicia en 1980, cuando la compañía adquirió una participación en la empresa Motor Ibérica SA, convertida poco después en NMISA. El primer vehículo fabricado fue el Nissan Patrol, en el año 1983.
En cuanto a los modelos de la marca a la venta en España, a mediados de los años ochenta la incorporación al Mercado Común Europeo provocó la liberalización del mercado del automóvil en España, lo que aprovechó Nissan para importar sus productos ingleses, como el Nissan Bluebird o el Sunny.
Diez años después, la producción de la planta de Barcelona aumentó de manera significativa con el lanzamiento del todo terreno Terrano II, para el mercado europeo, un modelo que sumó el 15% de la fabricación total de la planta hasta 1999. Al final de su vida comercial, se fabricaron en España casi un cuarto de millón de unidades del Terrano II.
La importancia estratégica de la planta de Barcelona se puso de manifiesto en 1997, cuando se estableció allí una división del Centro Técnico NTC-E con el encargo preciso de desarrollar nuevos motores diésel, habida cuenta del incremento de la demanda en Europa de este tipo de mecánicas.
Hasta 1983, Nissan había fabricado unos 3 millones de vehículos en España con un tope de producción en el año 2007, cuando la planta de Barcelona fabricó casi 193.000 vehículos , a los que se sumaron los 30.000 producidos en Ávila.
La crisis global afectó a la producción en los años 2008 y 2009. El 11 de noviembre de 2008 la empresa presentó un expediente de regulación de empleo que afectó a 1.680 trabajadores de las plantas de la Zona Franca de Barcelona y de Montcada i Reixac.
La recuperación llegó en 2010 y hasta finales de septiembre de 2011, elevándose la fabricación de vehículos hasta la cifra de 105.000 unidades. Renault Alaskan y Nissan Navara fueron de los últimos en fabricarse en Zona Franca de Barcelona.
Antes del anuncio de cierre de la planta de Barcelona, en enero de 2020 ya se dieron claros indicios del futuro incierto de estas instalaciones. Mercedes Benz anunciaba que a partir de mayo dejaría de fabricar la furgoneta pick-up X-Class , lo que reduciría la carga de trabajo en la factoría barcelonesa.
Ya en los últimos años se había perdido volumen de producción, hasta situarse en 55.000 vehículos fabricados en 2019. También en enero de 2020 se perdía la fabricación de los modelos de combustión de la furgoneta NV200 que han sido sustituidas por un nuevo modelo, la NV250, cuya fabricación se ha concedido a una planta de Renault en Francia. Ya en 2018 esta factoría había perdido la fabricación del modelo Pulsar , tras su escaso recorrido comercial.
EBRO Pick-Up, que prefigura el primer vehículo de serie 100% eléctrico de la marca, estará destinado inicialmente al sector profesional e industrial.
El modelo puede circular en tracción trasera o con tracción total a través de dos propulsores eléctricos que desarrollan 220 kW (299 CV), alimentados por una batería de iones de litio de 100 kWh, con una autonomía de hasta 440 kilómetros.
Sus dimensiones (5.218 mm de alto, por 1.848 mm de ancho y 1.785 mm de alto) le permiten ofrecer un amplio espacio interior para acomodar a cinco personas, así como una práctica plataforma de carga que resuelva las necesidades de los trabajos tanto en el campo como en la ciudad.
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