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Unai Mezcua
Sábado, 21 de agosto 2021, 03:49
Los fabricantes automovilísticos vuelven al trabajo tras las vacaciones de verano con una gran asignatura pendiente. La crisis de los semiconductores, lejos de estar resuelta, ha forzado a grupos como Stellantis, Ford y Toyota a anunciar nuevos paros en sus líneas de producción. Según un ... informe de la consultora IHS Markit, la carestía obligará a dejar de producir entre 6,3 y 7,1 millones de vehículos a nivel mundial en 2021. En España se han dejado de fabricar cerca de 300.000 coches hasta junio respecto al nivel pre-pandemia.
En el primer trimestre la carestía obligó a dejar de producir 1,44 millones de unidades y 2,6 millones en el segundo. En el tercero la estimación es que se dejen de hacer 1,6 millones de coches, aunque IHS advierte de que habría que revisar el cálculo al alza, hasta entre 1,8 y 2,1 millones de unidades menos, «si los parones que vemos ahora se extienden a septiembre», según Mark Fulthorpe, responsable de previsión sobre vehículos ligeros. Pese a todo, afirma que «no es de esperar que se vuelva a alcanzar el nivel de disrupción del segundo semestre». En mayo, cuando aún se esperaba que la carestía se concentrase solo en el primer semestre, la consultora AlixPartners cifraba en 3,9 millones las unidades que se dejarían de producir durante todo el año, con una reducción en la facturación de 110.000 millones de dólares para las firmas del sector.
El problema es que, casi al mismo tiempo que IHS actualizaba sus previsiones, Toyota anunciaba un recorte de su producción del 40% durante el mes que viene, con 360.000 coches menos. Además del fabricante nipón, que hasta ahora había capeado sin grandes problemas la crisis, también Ford y Stellantis ultiman nuevos paros en fábricas de EE.UU., Alemania y Francia. Mientras, en España, las factorías de Vigo y Figueruelas tendrán que paralizar su producción durante la próxima semana, y Seat, del grupo VW, suspendió ayer una jornada extraordinaria en la línea 2, que ensambla el Seat León y el Cupra Formentor.
En la primera mitad de 2021 las inundaciones en Texas (que afectaron a fábricas de NXP, Infineon y Samsung) y el incendio de una planta de Renesas en Japón agravaron la disrupción en el suministro de semiconductores, causada inicialmente por el cierre total de la economía por el coronavirus. Ahora, con esos problemas resueltos en gran medida, las dificultades se han trasladado de la producción de obleas (que sirven de base a los semiconductores) hacia su transformación en circuitos integrados. Un proceso que se realiza sobre todo en el sudeste asiático, una región particularmente golpeada en estos momentos por el Covid. De hecho, varios fabricantes coinciden en señalar a los problemas de proveedores malasios. Lo irónico es que, según IHS, la propia escasez de semiconductores impide en la actualidad que se fabrique la maquinaria necesaria para acelerar su producción.
Para la recta final de año la consultora prevé cierta «estabilización», lo que dejaría la producción mundial en 80,78 millones de unidades, un 8,3% más que en 2020, aunque lejos del nivel de 2019. La recuperación no llegaría hasta el segundo semestre de 2022. Un horizonte que también manejan las productoras de semiconductores como Intel, Infineon o Nvidia. Cabe recordar que, de media, un coche necesita 1.400 chips, y un eléctrico, todavía más.
Por ahora, los fabricantes automovilísticos están logrando capear la situación con beneficios. Según publicó ABC, los diez mayores fabricantes mundiales han ganado 55.000 millones de euros en el primer semestre del año. En estos meses han recurrido a medidas de flexibilidad interna en las factorías y a expedientes temporales (ERTE), mientras que, en el plano comercial, se está apostando por dar prioridad a los modelos con mayor margen de beneficio.
Ford
Esta semana ha anunciado nuevos paros en sus plantas de Colonia (Alemania) y Kansas (EE.UU.). Mantiene un ERTE en su fábrica de Almusafes (Valencia) hasta el 30 de septiembre.
Mercedes
La fábrica de Vitoria vuelve al trabajo el lunes con el suministro asegurado para cinco jornadas. La factoría tuvo que adelantar el inicio de las vacaciones en julio, tras pactar un ERTE de 30 días hasta fin de año y acordar reducir en 7.599 unidades su programa.
Nissan
La fábrica de la Zona Franca de Barcelona, que produce los Navara y e-NV200, adelantó 15 días el inicio de las vacaciones en julio. Nissan abandonará las instalaciones el próximo 31 de diciembre.
Seat
El 30 de mayo puso fin al ERTE en su fábrica de Martorell y acordó con los sindicatos habilitar agosto para recuperar la producción perdida. Aunque ha producido 8.000 coches extra, desconvocó los turnos del jueves y ayer viernes, y también el lunes. No obstante, el lunes trabajará la línea 1, la del Ibiza y el Arona.
Volkswagen
Espera que el suministro de chips en el tercer trimestre sea «muy volátil y ajustado», según afirmó un portavoz a Reuters, y su mayor planta en Wolfsburgo (Alemania), reabrirá el lunes con un solo turno. Mientras, su planta en Navarra sigue en ERTE hasta fin de año. Audi, la enseña 'premium' del grupo, ha prolongado durante una semana las vacaciones en sus dos fábricas alemanas.
Stellantis y Renault
Stellantis, el grupo surgido en enero de la fusión de Fiat y Peugeot Citroën, ha comunicado esta semana a los sindicatos que parará las dos líneas de su fábrica de Figueruelas (Zaragoza) del 22 al 26 de agosto. En Vigo parará también, del 23 al 29. Antes del verano aprobó un ERTE hasta final de año en ambas factorías, al igual que Renault, en este caso para sus fábricas de Palencia y Valladolid.
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