Un 52,6% de Ford Almussafes aprueba las medidas de flexibilidad de UGT para adjudicar dos eléctricos

Concretamente, según informa Europa Press, la parte social ha firmado medidas de «contención salarial» que implican un aumento anual desligado del IPC sin consolidarlo en tablas para toda la plantilla.

Otro de los puntos a los que han accedido es que, a partir de 2025 —momento en el cual llegarán los dos eléctricos nuevos a la fábrica levantina—, la jornada diaria se alargará en 15 minutos por turno y los días de jornada industrial se podrán trabajar sin coste adicional. Además, se podrían programar hasta ocho sábados laborales por empleado, con jornada de descanso a cambio y un plus de flexibilidad a partir de 72 euros.

Si esto no fuera suficiente que la producción cumpliera la demanda de sus vehículos eléctricos —lo cual sería bueno para la fábrica, que vería garantizado su futuro al menos durante 15 años más, hasta 2040—, se podrían hacer hasta 10 sábados extra por trabajador.

En la votación telemática organizada por UGT participaron 4.193 empleados, un 70,2% de los 5.971 que comprenden toda la fábrica. De ellos, 3.143 dieron su visto bueno a las propuestas del sindicato, mientras que 948 (22,6%) se opusieron y 102 (2,4%) se abstuvieron. Únicamente 48 de los votantes no estaban afiliados a esa central.

Mientras UGT estaba reunida con la dirección de Ford Europa en Colonia (Alemania), en Almussafes hubo otra paralela, para discutir el acuerdo de electrificación y el calendario laboral de 2022. La propuesta de los representantes mayoritarios fue aprobada con 21 votos a favor, frente a los 14 que recibió la presentada por CCOO, STM y CGT.

Estas tres centrales emitieron un comunicado en el que exigían retomar las negociaciones para llegar a un pacto que mantuviese las condiciones laborales y los salarios ligados al incremento del IPC.

El estado actual en la planta valenciana, sostienen, «es lo suficientemente competitivo como para que se apueste por ella sin necesidad de recortar más» los salarios y derechos laborales, que «ya están muy por detrás que los de Saarlouis», y concluyeron diciendo que la adjudicación atendería «a criterios políticos y estratégicos de Ford».