La desgracia también puede cebarse con el afortunado con un décimo del Sorteo de la Lotería de Navidad 2020 premiado. Sí, ocurre. No es lo habitual, pero cada año aparecen llamativos casos en los que un ciudadano ha perdido su billete, no sabe ya ... dónde buscarlo y, para colmo, ese pequeño trozo de papel puede valer miles de euros si algún desconocido lo encuentra. Para evitar este tipo de problemas, lo mejor es ser precavido: cuando adquiera un billete con la esperanza de ganar el 'Gordo', tome una fotografía o haga una fotocopia. Así siempre tendrá a mano todos los datos del décimo que serán indispensables para reclamar su extravío, como el número, la serie, la fracción y el número identificativo así como el código de barras.
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Todas estas referencias servirán para acudir a una comisaría de Policía y denunciar la pérdida del décimo de Lotería. Los agentes no solo recabarán información sobre cómo ha podido desaparecer (lugar, momento del día, fecha aproximada), sino también los registros para proceder a la identificación de ese billete. La anticipación es la clave, porque los expertos legales recuerdan que si se pierde un billete, resulta premiado y la denuncia se presenta después del sorteo, las probabilidades para recuperarlo son muy pequeñas. Si se hace antes del día 22 de diciembre -en el caso de la Lotería de Navidad 2020-, los trámites son más ágiles.
También es recomendable notificar a la Asesoría Jurídica de Loterías y Apuestas del Estado el caso de la pérdida que se haya podido producir. Sobre todo tras haber acudido a la Policía a denunciarlo. Con estos pasos, el ciudadano afectado por la pérdida podrá impedir que otra persona llegue a cobrarlo.
Porque -y aquí está otra clave-, las participaciones oficiales de Lotería son premiadas «al portador». Es decir, que si el premio es inferior a 2.500 euros, quien presente ese décimo podrá cobrarlo en cualquier Administración sin necesidad de identificarse ni, por supuesto, justificar el origen del mismo, aunque se lo haya encontrado en la calle por el despiste de quien lo adquirió. Si el premio es superior a esos 2.500 euros, entonces sí tendrá más dificultades para cobrarlo, siempre que exista la denuncia del teórico titular y la reclamación previa ante la Administración.
Con toda esta documentación, una vez desarrollado el sorteo y comprobado el resultado, debe acudir al juzgado para solicitar la denominada 'paralización del cobro'. Es decir, que Loterías no abone ese premio, aunque lo presente otra persona, al haber justificado previamente su pérdida. Para dictar el abono de ese premio, los tribunales tendrán en cuenta todas las pruebas aportadas y, además si el premio no ha sido reclamado también por otra persona, así como el testimonio posible del vendedor.
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