Burgos y Arauzo de Miel reparten parte del segundo premio de El Niño

Un año para dar el segundo premio de 'El Niño'

Primero fue librería, luego administración y ahora cafetería-administración. Ha sido en este último año cuando el bar Voguen, en la calle Pedro Poveda, se convirtió finalmente en establecimiento hostelero y administración de loterías. Y en este periodo ya ha repartido, en el sorteo de 'El Niño', 75.000 euros. Lo ha hecho este jueves a través de un décimo vendido a través de máquina, lo que no ha evitado la alegría del propietario, Jorge Soto.

«Aún no sé si ha tocado en el barrio. Estamos muy contentos, porque ya habíamos dados premios de 30.000 y 40.000 euros, pero no uno tan relevante. Hemos tenido la suerte de dar un gran premio», ha agregado Soto, que se mostrado «muy contento» tras recibir la llamada de Loterías.

De hecho, su local hoy permanecía cerrado y se ha tenido que acercar para festejar el premio hasta su local.

Un premio con relevo generacional

Los vecinos de Arauzo de Miel se han enterado de que El Niño se había acordado de ellos mientras estaban en misa. Así lo reconocía Teresa Mate, alcaldesa de Arauzo de Miel. Tenía llamadas de varios medios, pero cuando al salir de la misa se han informado han comprobado que se ha vendido en el pueblo un décimo.

Así los explicaba Andrea Benito, de la administración de lotería de Arauzo. Ella se ha enterado cuando le han llamado desde la delegación provincial de Loterías y Apuestas del Estado, «no sabía nada y me han llamado de la delegación, me he sorprendido, pero he vendido un solo décimo por máquina».

Se mostraba sorprendida por el revuelo, pero también contenta por haber repartido algo de dinero y alegría. No es la primera vez que reparte un premio, sí en la Lotería de Navidad y en El Niño, pero este verano ya ha repartido un pellizco en la lotería. Estas cosas no se olvidan y, además, Andrea lleva relativamente poco gestionando la administración, cinco años.

Su caso es reseñable en la provincia, en una zona que entra dentro de la España vaciada. Un caso de relevo generacional. La administración que ella gestiona ahora era antes un bar y administración llevado por su padre y también por su abuela. Cuando ellos dejaron el oficio, Andrea lo asumió, pero solo como administración.