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juan carlos barrena
Berlín
Viernes, 8 de noviembre 2019, 21:29
A la vista de las numerosas crisis y conflictos en el mundo y pese a las apreciables diferencias entre Washington y Berlín, la canciller alemana, Angela Merkel, y el secretario de Estado de EE UU, Mike Pompeo, se conjuraron ayer para destacar la cooperación entre ... ambos países. «Seguimos siendo aliados y socios», dijo Merkel tras recibir a su huésped, ante el que aseguró que Alemania está dispuesta a asumir un «papel activo» para resolver los problemas del mundo. Pompeo afirmó que este país es un «socio enormemente importante» y elogió a la jefa del Gobierno como «gran amiga de EE UU». Los conflictos en Ucrania, Afganistán e Irak, el futuro de Siria y los esfuerzos para pacificar y estabilizar Libia fueron temas que ambos trataron en su conversación posterior.
Los enemigos. El jefe de la diplomacia estadounidense advirtió del peligro de una política agresiva de Rusia y China
Pero también abordaron las críticas del presidente francés, Emmanuel Macron, a la Alianza Atlántica, a la que había diagnosticado el día anterior de «muerte cerebral». Merkel ya había mostrado su irritación por la «circular» del presidente galo. «Su opinión no concuerda con la mía», dijo la canciller, quien señaló que la OTAN sigue siendo el pilar de la defensa europea, al igual que las relaciones transatlánticas, mientras el secretario de Estado de EE UU destacó que la alianza militar es una de las más importantes sociedades del mundo. «Debemos estar orgullosos de lo que hemos conseguido hasta ahora», señaló en presencia de Merkel. Pompeo alabó especialmente el compromiso que obtuvo de la ministra de Defensa, Annegrett Kramp-Karrenbauer, de elevar el gasto militar alemán y señaló que todos deben hacer su aportación para que la OTAN siga siendo un «actor importante para lo bueno en el mundo».
Anteriormente, el jefe de la diplomacia estadounidense advirtió del peligro de una política agresiva de Rusia y China. «Rusia, dirigida por un antiguo oficial del KGB, invade sus países vecinos y elimina opositores», dijo Pompeo en un discurso en la Fundación Körber con motivo del 30 aniversario de la caída del Muro de Berlín, en el que acusó al Gobierno de China de practicar «una nueva visión del autoritarismo». El secretario de Estado comparó la situación de la oposición en China y Rusia con la de la extinta RDA y acusó a sus gobiernos de reprimir a disidentes y miembros de otras etnias con métodos que «de manera terrible» recuerdan a las prácticas de opresión de Alemania Oriental.
Mike Pompeo, que estuvo destinado como soldado en Berlín Occidental en los años 80, celebró «el valor de los germano orientales para hacer caer el Muro» y, pese a las apreciables diferencias entre Washington y Berlín, subrayó la amistad entre ambos países. «La defensa de nuestra libertad y futuro depende de nosotros. Mostrémonos unidos, estemos juntos como aliados y amigos», dijo el ministro estadounidense de Exteriores, que advirtió contra la infuencia de regímenes autoritarios, sobre todo por la vía económica. En ese sentido criticó la posibilidad de que el grupo chino Huawei participe en el desarrollo de la red 5G en Alemania y la finalización del gasoducto Nord Stream 2 que suministrará gas ruso a través del Báltico.
El responsable de la política exterior de Trump, visitó el día anterior antigua frontera interalemana entre Baviera y Turingia acompañado por su colega alemán Heiko Maas; acudió a la localidad de Leipzig, donde se desencadenaron las grandes manifestaciones populares que condujeron a la caída del Muro, y se desplazó a la ciudad de Halle para expresar su solidaridad con la comunidad judía local, cuya sinagoga fue atacada recientemente por un activista neonazi que causó dos muertos.
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